Son jarocho, banda femenil y fusión latina, celebran la identidad; La Santa Cecilia cierra con broche de oro la penúltima noche de música.
Ángeles Anell
Papantla
La música de raíz y el talento de grandes agrupaciones se hicieron presentes en Cumbre Tajín, Tachanán la siembra para el mundo, donde la banda femenil regional Mujeres del Viento Florido, Los Cojolites y La Santa Cecilia conquistaron al público con su energía y propuestas innovadoras que revalorizan las tradiciones musicales de México y Latinoamérica.
El escenario vibró con la presentación de Mujeres del Viento Florido, una banda única en su tipo, integrada exclusivamente por mujeres de Oaxaca, que ha roto estereotipos en un género tradicionalmente masculino.
Su música no solo exalta la riqueza sonora de los pueblos zapotecos y mixes, sino que también representa un movimiento de empoderamiento femenino dentro de la música regional mexicana.
Más tarde, el público disfrutó del talento de Los Cojolites, grupo originario de Veracruz y una de las agrupaciones más influyentes en la preservación y difusión del son jarocho a nivel mundial.
Su presentación, cargada de fuerza rítmica y poesía, reafirmó el valor de esta expresión musical como un símbolo de identidad para las comunidades del Sotavento y un puente entre el pasado y el presente.
El cierre de la noche del sábado estuvo a cargo de La Santa Cecilia, banda estelar que fusiona géneros como el bolero, la cumbia, el rock y el norteño, con un estilo que ha traspasado fronteras.
Con su inconfundible voz y presencia escénica, la agrupación angelina de raíces mexicanas hizo vibrar a los asistentes, demostrando cómo la música tradicional puede reinventarse y conectar con nuevas generaciones.
Cumbre Tajín es un espacio donde la música y la cultura ancestral se encuentran con la innovación, dando voz a proyectos que fortalecen el sentido de identidad y diversidad cultural en México y más allá.
