JOSÉ JUAN GARCÍA/AVC NOTICIAS
VERACRUZ
El sacerdote a cargo de la parroquia de Santa Cruz en Alvarado, Bartolomé Paván Hernández, reconoció que suspendió una celebración luctuosa, lo cual feligreses evidenciaron en videos que publicaron en las redes sociales, pero aclaró que fue por la presencia de un joven al cual suspendió para participar en un coro.
Paván Hernández contó que el conflicto con el joven, a quien se le conoce como Chuchito, inició por la supuesta pérdida de un teclado en la parroquia de Santa Cruz.
El presbítero manifestó que Chuchito se hizo la víctima y comenzó a difamar en las redes sociales a partir de la pérdida del teclado.
Ante el comportamiento del joven, el párroco mencionó que decidió suspenderlo para evitar su participación en ceremonias religiosas, pero no obedeció y se presentó en otras celebraciones, como la misa luctuosa, lo cual le provocó molestia y por eso abandonó el altar.
“Sí me salí, sinceramente como humano me molesté en ver a este muchacho, ya son cuatro veces con esa actitud; yo al llegar a la capilla al verlo sinceramente digo ‘sigue con tu capricho, con tu desobediencia’, lo habían invitado sabiendo que ya estaba prohibido, estaba suspendido, a nadie se le prohíbe asistir a misa, pero sí suspendido en una labor”, puntualizó.
El sacerdote refirió que se subió a su auto después de abandonar la misa luctuosa, pero recapacitó y regresó al altar a concluir la ceremonia.
Además, Bartolomé Paván Hernández mencionó que ofreció perdón a los familiares del difunto por haber tomado esa actitud.
Paván Hernández pidió perdón a Dios y al obispo Carlos Briseño Arch por lo ocurrido.
“Vengo a tratar de aclarar unas cosas, malos entendidos, yo soy muy poco de andar en estas cosas de las redes, de los noticieros (…) Antes que nada estoy aquí porque quiero pedirle perdón a Dios (…) Quiero pedirle perdón al obispo don Carlos, a la gente que se ha sentido ofendida por mí”, finalizó.