Asimismo su solución inmediata siempre ha sido el tandeo y el envío del líquido a través de lo que generan los pozos de canticas, pero esto tampoco ha abastecido el requerimiento de la población que habita Coatzacoalcos y sus alrededores.
En diciembre del 2012 campesinos y pobladores de la zona serrana realizaron con maquinaria pesada dos cortes al acueducto de la presa “Yuribia” en protesta por la falta de obras en los nueve municipios que integran el Consejo de Gobierno Indígena del Sur de Veracruz.
Eduardo García Luna, en ese entonces director general de la CMAS, informó que el sabotaje de la tubería afectaría el suministro del líquido al 80 por ciento de la población del puerto, a la mitad de Minatitlán y casi el 30 por ciento de los habitantes de Cosoleacaque.
Durante agosto del 2013, lancheros de Jicacal amenazaron con tomar la presa porque querían aumentar el costo del peaje, en esa situación el director detalló que aunque ese tipo de situaciones no se prevén, el haber sido notificados le daba tiempo al personal de cerrar las válvulas con sus propias manos pues en caso de que algún inexperto lo hiciera podría provocar que estas “tronaran”.
En ese entonces García Luna aseveró que durante el proceso electoral se había pedido el refuerzo de la Secretaría de la Defensa Nacional (sedena), sin embargo días antes de esa amenaza estos se retiraron porque no habían tenido nuevas amenazas en un largo tiempo.
La siguiente toma critica fue tan solo dos meses después cuando maestros disidentes dejaron sin el servicio a todo el municipio por más de cinco días, en esa ocasión la población salió a las calles a reclamar el agua pues las pipas que supuestamente estaban abasteciendo estaban cobrando y además no llegaban a todos los puntos.
Con la llegada de Sergio Amaro Caso a la dirección de la cmas las cosas no han cambiado mucho, en una ocasión dio a conocer que el organismo no podía meter las manos en negociaciones y solicitar seguridad, por lo que hasta la fecha los enardecidos manifestantes pueden seguir haciendo lo que les venga en gana sin ser candidatos para un castigo o reprimenda por sus actos.
El estiaje y la poca producción de la presa también a puesto en severos problemas a la cmas, pues con las altas temperaturas habidas en el puerto, aunado a la demanda, la poca producción y la falta de organización en el tandeo con pipas ha provocado que la población continúe manifestándose, esta vez a las afueras de las instalaciones, para ventilar el mal servicio que el organismo da, pero que cobra de forma puntual.
DAÑOS.
Pero los efectos secundarios de las tomas y del estiaje han sido mucho mayores, en primer instancia, media docena de colonias no ven durante esos días ni una gota de agua por sus llaves.
Entre las más afectadas siempre se encuentra el centro de la ciudad, la Benito Juárez Norte y Sur, Playa Sol, Vistalmar y María de la Piedad.
En esos días las norias ubicadas sobre la Avenida General Anaya se ven abarrotadas por familias completas que desesperadamente llenan sus tambos, cubetas y garrafones con el agua que corre en esos sitios.
Muchos han dado a conocer que ese líquido recolectado no les sirve ni para la mitad del día, esto se debe a que muchas familias son numerosas y la demanda del agua en un solo día es inmensa.
“Nuestros baños y cocinas están hechas una porquería, a veces el agua que venimos a buscar aquí no nos da abasto, tendríamos que venir unas cinco veces por día pero también tenemos que trabajar, por ese motivo terminamos comprando garrafones que provocan un gran derroche y lesiona nuestra economía”, informó un habitante de la colonia Francisco Villa.
Por otro lado los hospitales también padecen cuando estas situaciones tienen lugar, las autoridades hospitalarias y hasta el mismo jefe de la Jurisdicción Sanitaria número XI, Javier Reyes, ha dado a conocer que las operaciones han tenido que ser pospuestas, pues sin el líquido no se cuenta con la higiene necesaria para realizar estas actividades.
