* Urge una oficina permanente que proteja a los consumidores martinenses y sus alrededores
Rocío Ramírez
Se dio a conocer que en esta temporada vacacional de Semana Santa personal de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) instalará un módulo de atención a quejas, por lo que se espera que los prestadores de servicios respeten los precios y eviten abusos contra los turistas.
Jesús Cortina Magaña, director de Comercio, dijo que este módulo solo será instalado durante los Días Santos, que es cuando se tiene la mayor presencia de visitantes y es cuando se registran incrementos indebidos en precios de productos y servicios.
Dicha noticia, llenó de impotencia a la mayoría de los martinenses que se ven desprotegidos ante la compra de un mal producto o servicio, ya que a casi un año de que la oficina de la Procuraduría Federal del Consumidor se encuentre cerrada, no hay quien proteja al consumidor en este municipio.
Desde la administración pasada y en la actual, nadie sabe a ciencia cierta si en esta ciudad volverá abrir sus puertas la oficina de la Procuraduría Federal del Consumidor, la cual se encontraba en los bajos de Palacio Municipal hace dos años.
La realidad es que mientras no hay oficina de Profeco en Martínez de la Torre, empresas conocidas siguen comercializando productos de mala calidad, sin que los clientes tengan un lugar donde quejarse.
Por lo que en esta temporada donde los visitantes y vacacionistas empiezan a arribar a las playas cercanas y al municipio, se verán desprotegidos al no poder denunciar abuso que por lo regular los comerciantes suelen realizar en temporada vacacional.
“Lamentó que ninguna autoridad pueda poner un alto a estos empresarios que abusan de la gente que no tiene dinero, y que se lleva meses juntándolo para comprar un aparato bueno, pero barato, y no las porquerías que vende esta empresa”, expresó la señora Luz López.
“Compré una mayonesa de las más grandes en un súper mercado, pero cuando llegué a mi casa me di cuenta que estaba caducada y me regresé a decirles y me dijeron que me la cambiaban y cuando vi que la que me iban a dar también estaba caducada, les dije que me regresaran mi dinero, pero no quisieron y me dijeron que o me la cambiaban por otra o que escogiera otros productos”, Hilda Aguilar.
Se espera que en la nueva administración en la cual se han notado cambios, como dice la población, se pueda reabrir la oficina de la Procuraduría Federal del Consumidor, que hasta el momento no se sabe si volverá abrir sus puertas, mientras tanto, los comerciantes y servicios, siguen haciendo de las suyas robando al cliente sin que nadie lo pueda evitar.
