Redacción
Álamo.- El río que casi abraza a Álamo para desembocar finalmente en Tuxpan, antes lleno de vida se encuentra en grave peligro. La fauna desaparece y nadie parece percatarse del gran drama ecológico que se vive. El regidor Esteban Argüello hace memoria, y le llegan recuerdos de peces saltando por todas direcciones, camarones de agua dulce y los infaltables pescadores que a mano los atrapaban, los platillos de acamayas, antes un platillo tradicional de Álamo que hoy es imposible encontrar, pues ya no hay qué pescar.
Antes, advierte el regidor, era posible vivir de la pesca y mantener holgadamente a la familia. Hoy, sin embargo, ya no hay pescadores de tiempo completo dado que la pesca ha disminuido drásticamente; el río muere irremediablemente y nadie hace algo por salvarlo, nos dice el entrevistado, afirmando que los productos químicos que el pescador clandestino vierte sobre el río y los llamados cohetes son los principales causantes de la mortandad masiva.
Indica que ahora que lleguen los nuevos agentes y subagentes pugnará por que ellos tomen nota del problema y dialoguen con quienes tienen esta costumbre, para que desistan, ya que el río necesita recuperarse.