Desde las seis de la mañana de este lunes y hasta poco después de la 13 horas, alrededor de 300 camiones de carga, trascabos, pipas, tráileres, unidades de transporte público en su modalidad de taxis y autobuses bloquearon de forma parcial uno de los carriles de los bulevares Lázaro Cárdenas, Ruiz Cortines, Poza Rica, así como avenidas de alta circulación como la Heriberto Kehoe y la 8 Norte de la colonia Obrera.
Contrario a los comentarios que trascendieron en las redes sociales, donde se advertía del cierre de todos los accesos a Poza Rica, los bloqueos sólo se registraron en las entradas y salidas a las instalaciones de Pemex como: el Complejo Procesador de Gas, la Puerta 1 de Petróleos Mexicanos y la calle Ferrocarril de la colonia Aviación Vieja con rumbo al edificio administrativo de la paraestatal.
Por el bloqueo parcial de los carriles de las citadas vialidades, la delegación de Tránsito del Estado, en coordinación con las autoridades municipales, habilitaron diversas vías alternas para ingresar al primer cuadro de la ciudad, entre las que destacan la avenida Juárez, 16 de septiembre en la colonia Tajín, Andrés Quintana de la Flores Magón que no se dieron abasto para la gran cantidad de automóviles y autobuses que fueron desviados.
Sin embargo, puntos de la ciudad como el bulevar Ruiz Cortines a la altura de la calle Constitución, Antonio Bermúdez y Heroico Colegio Militar lucían completamente congestionados de automóviles, autobuses, taxis, camionetas e incluso maquinaria que buscaban salir del área de conflicto.
Aunado a la protesta del sector empresarial, los lentos trabajos de construcción del distribuidor vial en el centro de Poza Rica, que mantienen cerradas completamente las calles Central Norte y parte del bulevar Ruiz Cortines ayudaron a desquiciar aún más el tráfico, por alrededor de siete horas.
Ante la falta de elementos de tránsito para guardar el orden en el centro y en las zonas bloqueadas, elementos de la Unidad de Protección Civil municipal, así como trabajadores de la constructora Sigma, se encargaron de regular el tráfico y el desvió de los automotores para evitar un conflicto vial mayor.
Quienes se dijeron mayormente afectados por estas acciones de presión contra Pemex, fueron los trabajadores del volante quienes no podían atender la demanda del servicio a los usuarios, ya que tardaban el doble de tiempo en realizar el recorrido de una ruta, lo que subrayó en pérdidas económicas durante este lunes caótico en esta ciudad petrolera.
