Ante tal situación, algunas unidades de trasporte quedaron detenidas a un costado de las vías del ferrocarril durante varios minutos, mientras los manifestantes expresaban su descontento.
A decir de la señora Raquel Arano Hernández, desde hace casi diez años, han padecido enfermedades cutáneas y de tipo respiratorio, a consecuencia de las emanaciones del humo y polvo.
Ella aseguró que las partículas del producto se impregnan en la ropa de los habitantes de Paso del Toro, ocasionando salpullido y comezón al menor contacto con la piel.
“Esa fábrica está echando mucho polvo del mismo alimento que ahí hacen y nos está afectando, al menos mi niño ya tiene ronchas y a un bebecito le salieron ronchas también”, detalló.
Ella aseguró que la constante circulación de camiones de carga y la falta de pavimentación en la zona, ocasiona que se levanten inmensas nubes de polvo.
Casi media hora después de que inició la manifestación, Carlos Palacios, gerente de operación de la planta Grupo Pecuario San Antonio, arribó al lugar para tratar de entablar acuerdos con los pobladores.
Al ser cuestionado sobre la problemática, el hombre se comprometió a revisar el sistema de operación del complejo para evitar que se despidiera tanto polvo.
Asimismo, negó que la sustancia sea dañina para el ser humano, “no, no es dañina, se lo comen las aves y no es tóxico”, refirió.
Aseveró que la empresa invertirá en la adquisición de nuevo equipo que ayude a resarcir el daño, “espero que no pasen más de quince días”, añadió.
Respecto al proyecto de pavimentación del camino que comunica con la planta, Carlos Palacios aseveró que el ayuntamiento de Medellín y Ferrosur se han negado a ello, por el supuesto “derecho de vía”.
“Hemos querido pavimentar aquí para tener un mejor aspecto pero ha sido difícil”, puntualizó.
