Son los votantes en los que Harris tiene ventaja para ganar.
AGENCIAS
CIUDAD DE MÉXICO
Kamala Harris, este martes, entre una multitud de simpatizantes que asistieron al mitin de la vicepresidenta a las afueras de Wisconsin.Kevin Mohatt (REUTERS)
Jen O’Malley Dillon, presidenta de la campaña de la reelección de Joe Biden, que, tras la renuncia del presidente el domingo, pasó a serlo de la carrera de Kamala Harris hacia la Casa Blanca, difundió este miércoles un memorando que ofrece las primeras pistas del plan con el que el Partido Demócrata pretende lograr una derrota del candidato republicano, Donald Trump, aún por delante en las encuestas.
El largo documento, de más de 2.000 palabras, puede leerse como la lista de deseos de Harris para convertirse en la primera presidenta de la historia de Estados Unidos. Para lograrlo será crucial, confían sus estrategas, el apoyo de los votantes negros, latinos y asiático-americanos y hawaianos, así como de las mujeres y los jóvenes. La estrategia también pasa por redoblar la ambición en Estados que Biden había dado por perdidos.
“Con un mensaje popular, un sólido historial en los temas que más importan a los votantes indecisos, una multiplicidad de vías para lograr 270 votantes electorales [que garantizarían la presidencia] y un entusiasmo sin precedentes [traducido en un récord de recaudación de 126 millones de dólares en tres días, provenientes de 1,4 millones de donantes], la vicepresidenta está en una posición sólida para enfrentarse a Donald Trump y ganar en 104 días [los que quedan hasta las elecciones]”, escribe O’Malley Dillon.
El memorando aporta datos de encuestas relevantes escogidas para ilustrar la supuesta preferencia de los votantes de las principales minorías. No solo se inclinan más por Harris frente a Trump, sino que también la elegirían a ella antes que a Biden, dicen esos sondeos. El trasvase de votos de latinos y afroamericanos al Partido Republicano fue uno de los asuntos más acuciantes para la campaña de Biden, antes de que esta llegara el domingo a su abrupto final. Harris ya cuenta con una mayoría de delegados para aceptar en agosto el encargo de los suyos en la Convención Nacional Demócrata, salvo en el caso muy poco probable de que algo se tuerza en el camino.
Un sondeo de la Universidad Quinnipiac indica que la vicepresidenta le saca 54 puntos al expresidente entre los afroamericanos, mientras que una encuesta interna del partido vendría a confirmar que entre los hispanos, Harris es mucho más popular a estas alturas que Biden. Según los datos aportados por el documento hecho público este miércoles, la “favorabilidad neta” de la vicepresidenta frente a Trump es de 21 puntos entre las mujeres, y de 25 puntos entre los jóvenes.
“Alrededor del 7% de los votantes continúan indecisos en esta contienda”, escribe la presidenta de la campaña demócrata, “y estos votantes son desproporcionadamente afroamericanos, latinos y menores de 30 años. Estos [siempre según las encuestas que manejan] tienen dos veces más probabilidades de ser demócratas que republicanos”.
En todos esos grupos de población, O’Malley Dillon cree que será crucial el tema del aborto, y que la sentencia del Tribunal Supremo que lo derogó a nivel federal hace dos años hará que “muchos que no votaron por la fórmula Biden-Harris en 2020″ sí lo hagan ahora, como lo hicieron, asegura, en las elecciones de 2022 “cuando el Partido Republicano se volvió cada vez más extremista. Estos votantes apoyaron a los demócratas en 2022, y será fundamental mantenerlos en 2024″.
El vicepresidente correcto
El memorando también propone ampliar el campo de batalla en noviembre y aspirar a conquistar Estados decisivos que Biden había poco menos que dado por perdidos. El presidente centró sus esfuerzos electorales antes de la retirada en lo que se conoce como el “cinturón azul” y que sirve para referirse a Pensilvania, Míchigan y Wisconsin, claves en la victoria demócrata de hace cuatro años. O’Malley Dillon apuesta por no perder la esperanza en otros territorios clave, como Carolina del Norte, Georgia, Arizona y Nevada, y, para ello, será fundamental elegir al vicepresidente correcto: en la lista de finalistas figuran políticos como el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, o el senador de Arizona Mark Kelly.
Otro de los objetivos de la campaña de Harris es lograr que cuaje la identificación de Trump con el Proyecto 2025, un documento de 900 páginas que incorpora, entre otras, propuestas para desmantelar la Administración federal. Lo promueve el laboratorio de pensamiento conservador Heritage Foundation y el expresidente se ha desvinculado de él. “Conozco a algunos de los que han participado en su redacción”, reconoció Trump la semana pasada en la Convención Nacional Republicana de Milwaukee, “pero no comparto muchas de las cosas que defienden, algunas son absolutamente ridículas y pésimas”.
El memorando demócrata también insiste en la estrategia de presentar la pelea de Harris contra Trump como la de “la fiscal contra el criminal convicto”. “El 32% de los [votantes] independientes dijo que la condena [por los 34 cargos de los que fue hallado culpable el expresidente en el caso Stormy Daniels] los hace menos favorables a apoyar a Trump, y el 21% afirmó que esto sería un factor importante al emitir su voto”, se puede leer en el documento.