Sin embargo, al revisar al estudiante Sebastián Rivera Neme de seis años, determinaron que ya no tenía vida. Los primeros datos aportados en el lugar de los hechos detallan que el niño estaba jugando en la planta alta de la casa mientras que sus familiares permanecían en la sala.
Al paso de los minutos, decidieron subir porque no lo escuchaban y lo encontraron tirado junto a la cama con rastros de comida que había devuelto al vomitar, estaba inconsciente. Asustados porque no respondía al llamado de los padres, decidieron llamar a la Cruz Roja arribando poco después los paramédicos quienes confirmaron la muerte del muchacho.
Investigadores de la Policía Ministerial y del Ministerio Publico llegaron para tomar nota de lo ocurrido e iniciar la averiguación previa por los hechos. Patricia Rivera, dijo a las autoridades que no pensó que le hubiese pasado algo a su hijo, pues siempre se la pasaba jugando en su recamara. Agregó que al no escucharlo, subió y lo halló tirado en el piso. El cuerpo fue llevado al Imefo donde peritos practicarían la necropsia de ley para establecer las verdaderas causas de muerte.
