Enseguida se trasladaron paramédicos de la Cruz Roja y policías estatales quienes confirmaron los hechos. De acuerdo los primeros informes recabados en el lugar de los hechos, se establece que se trató de Juan Gerardo Rullán Tiburcio de 56 años, socio mayoritario de la empresa de pinturas Comex y Rullan.
Su cuerpo yacía recostado en la cama de su habitación y junto a él un arma de fuego tipo revolver al parecer calibre 38 misma que utilizó para dispararse en la sien derecha. Los familiares se mostraron herméticos y por varios minutos impidieron el paso a las propias autoridades ministeriales, incluso del Subprocurador Regional de Justicia en Veracruz, Arturo Herrera Cantillo quien al final platicó con los familiares y se realizaron las diligencias de rigor.
La zona fue resguardada por policías ministeriales y navales quienes cerraron la calle para iniciar las diligencias de ley. Peritos criminalistas de la PGJ inspeccionaron la habitación y el resto de la residencia, pero no hallaron indicios para creer que se haya tratado de un homicidio. Los investigadores no localizaron alguna carta póstuma y por ello ni familiares ni fiscal ministerial determinaron las causas reales del suicidio.
Después de casi una hora de diligencias, el cuerpo fue trasladado al Imefo donde médicos legistas realizarían la necropsia de ley. Posteriormente el cuerpo sería entregado a los familiares quienes le darían sepultura.
