Manuel Monroy
Veracruz.- Macabro hallazgo realizó un guardia de seguridad privada al encontrar el cadáver putrefacto de una persona, al parecer del sexo femenino en un lote baldío propiedad de una empresa constructora en la carretera estatal Matacocuite-Valle Alto, justo a espaldas del seminario de San José.
Los hechos se dieron a conocer poco después de las 15:00 horas de la tarde en un extenso lote baldío ubicado a 800 metros de la carretera estatal al poblado de Matacocuite luego que el vigilante privado Jaime Viveros Martínez descubrió los restos de la víctima, quien yacía en un cuarto al interior de un pozo de agua inservible.
Los primeros reportes señalan que el hombre de 35 años caminaba en medio del monte para buscar un lugar donde hacer sus necesidades fisiológicas al tiempo que supervisaba que todo estuviera en orden. Al llegar a las instalaciones de un pozo de agua que funcionaría como abastecedor para las colonias de las cercanías, se percató de un penetrante olor fétido.
Al acercarse a un pequeño cuarto, descubrió aterrorizado el cadáver de una persona en apariencia mujer quien ya presentaba evidentes signos de descomposición. Sin perder tiempo salió a la carretera para hacer una llamada a la central de emergencias 066 quienes enviaron navales para verificar los hechos.
Los marinos navales, así como soldados del Ejército Mexicano que fueron alertados sobre la presencia de un cuerpo abandonado tuvieron que caminar al menos 800 metros para llegar hasta donde se hallaba el cadáver. Los peritos forenses detallaron que la hoy occisa tenía al menos tres semanas de haber muerto y presuntamente se trató de una indigente de aproximadamente 60 años.
Por su parte, el vigilante mencionó a los representantes de la autoridad ministerial que no conocía a la mujer, pero que sabía que en esa zona había muchos indigentes y ladrones, aunque a ella, asegura, nunca la había visto. Los investigadores no pudieron resolver de manera preliminar las causas que dieron origen a la muerte de la persona, pues el avanzado estado putrefactivo no permitía saberlo.
Después de varios minutos de labores, agentes de la Agencia Veracruzana de Investigaciones y los criminalistas levantaron la canastilla con el cuerpo y caminaron otros 800 metros de regreso a la ambulancia para trasladarlo al Instituto de Medicina Forense donde permanecerá hasta que algún familiar reclame los restos. Sin embargo, los policías y marinos creen que será enterrada en la fosa común, pues sería difícil la identificación con los familiares.