5 de Mayo de 2024
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Brasil arrastra a Venezuela y Ecuador a peor crisis económica desde 1980

 

Brasil es la novena economía del mundo y representa un tercio del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina; es el país de los carnavales y la zamba y ahora también de la crisis y la inestabilidad.

Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) señala que la economía del gigante latinoamericano se contraerá un 3 por ciento durante 2016. Se trata de la peor recesión ocurrida en el continente desde 1980.

“La proyección actual apunta a que el PIB agregado de América Latina y el Caribe se contraerá también en 2016, aunque a una tasa más baja que en 2015 a pesar del crecimiento positivo en la mayoría de los países de la región. Esto refleja la recesión de Brasil y otros países en dificultades económicas”, advirtió el FMI.

Por segundo año consecutivo Latinoamérica enfrentará un periodo de crisis que impactara sobre todo en países como Venezuela, Ecuador y en menor medida en Argentina.

La institución financiera con sede en Washington, estima que la inflación en Venezuela alcance el récord histórico de 720 por ciento y que su economía tenga un impacto negativo de hasta 8 por ciento. Para Quito, que había obtenido valoraciones positivas en los pronósticos de octubre pasado, auguran una reducción económica de -0.1% . Para Argentina, quien recientemente ha modificado varias políticas económicas se prevé una “recesión ligera”, de -1 por ciento, según reveló el representante del FMI para el hemisferio occidental Alejandro Werner.

Aunado a la caída de los precios internacionales del petróleo, Brasil enfrenta un seísmo político que amenaza con la destitución de la presidenta, Dilma Rousseff.

“El comienzo de 2016 está siendo difícil debido a los recientes estallidos de volatilidad financiera consecuencia de la incertidumbre acerca de la desaceleración económica en China, la caída en los precios de las materias primas y las divergentes políticas monetarias aplicadas por economías avanzadas”, subrayó Werner.

La nación que año con año prepara uno de los carnavales más importantes del mundo en Ríos de Janeiro, ha cancelado la esperada celebración en poco más de cien ciudades.

Los fabricantes de las máscaras y disfraces que tradicionalmente se usan en el desfile han asegurado que sus ventas se redujeron hasta en un 30 por ciento y que a una semana de que se lleve a cabo el evento no hay perspectivas de mejora.

“Hemos vendido 3 mil máscaras del oficial japonés que aparece en televisión cuando algún sospechoso ligado al caso Petrobras es arrestado, pero el resto de los fabricantes no llega a la mitad. Este año está siendo muy difícil se ha vendido un 30 por ciento menos”, aseguró Olga Gibert al diario español El País.

La crisis económica, el aumento en la tasa de desempleo y la inflación dejan sentir sus efectos en los bolsillos y el ánimo de los ciudadanos para celebrar el acontecimiento más importante del año.

En ciudades como Sao Paulo, Rolim de Moura o Río Grande do Sul, se ha destinado el presupuesto del carnaval, cerca de 98 mil reales (unos 24 mil dólares), al subsidio de servicios públicos, remodelación de infraestructura e incluso la compra de una ambulancia.

El alza en los productos básicos y la especulación sobre el tipo de cambio provocaron despidos masivos en los sectores manufactureros y de servicios, confirmó el ministerio del Trabajo.

A finales del año pasado habían 39.7 millones de trabajadores formales, una reducción de 1.5 millones de empleados menos que en el mismo periodo de 2014.

El ministro de Trabajo, Miguel Rossetto, dijo que la cifra de la creación de empleos el año pasado es la peor desde que empezó a ser compilada en 1992.

En respuesta a esos números, la presidenta Dilma Rousseff le dijo a la prensa que “el desempleo es la mayor preocupación del gobierno” y que están decididos a reducirlo.

Según el FMI durante el 2017 no habrá crecimiento económico,el cual deberá reanudarse en el 2018, agregó.

La inflación brasileña en 2015 alcanzó 10,67 por ciento, su nivel más alto desde 2002, muy por encima de la meta del gobierno de 4,5 por ciento. En 2014, el país ya había terminado con una inflación de 6,4 por ciento.

El país está igualmente sacudido por un ‘tsunami’ de revelaciones sobre un megaescándalo de corrupción en torno a la compañía petrolera estatal Petrobras, en el que varios funcionarios públicos, y empresarios reconocidos están vinculados. Incluso partidarios del Partido Popular, como el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva han sido señalados en la trama de sobornos que indignó al país.


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