Rodrigo Barranco Déctor/Boca del Río.- La declaración ante el Juzgado Quinto de Primera Instancia de María Josefina Gamboa Torales, directora del Instituto Municipal de la Mujer en Boca del Río, acabó en un circo donde hubo gritos, insultos, empujones y hasta personas derribadas por parte de las dos custodias que la acompañaban.
La llegada de la funcionaria estaba programada a las 11:00 de la mañana, sin embargo, llegó minutos antes arriba de una patrulla de la Dirección General de Readaptación Social del Estado.
Ella iba custodiada por otras dos mujeres, en la parte posterior, en la batea, un policía auxiliar junto a otro preso que también iba a hacer su declaración a otro juzgado.
Apenas puso un pie en la calle, marijose, como se le conoce en el puerto, fue abordada por una veintena de reporteros, camarógrafos y fotógrafos. Entre empujones por llevarse algunas de sus palabras, varios periodistas cayeron al suelo llevándose varias pisadas sobre ellos.
En los alrededores un hombre colgó una lona con los nombres de algunos de los reporteros muertos durante el sexenio. Esa persona también instaló bocinas por donde pedía justicia para la columnista de Notiver.
Otro grupo de colonos salió con cartulinas y de la misma manera le externaron su apoyo con porras que por momentos eran más fuertes que las preguntas lanzadas por la prensa.
María Josefina llevaba en el cuello un collarín ortopédico, asegura que tiene una bola en esa área y varios cristales incrustados en los brazos. Iba uniformada con una playera color naranja de la Dirección de Readaptación Social.
Ambas manos esposadas y caminaba con dificultad pese al par de tenis que usaba. En todo momento sujetada del brazo de las uniformadas que la cuidaban.
El mismo trajín sucedió cuando salió del ex Penal de Allende tras apegarse al artículo 20 Constitucional y pedir una prórroga de 72 horas para presentar más pruebas de su inocencia.
