Xalapa, Ver.- (AVC) Desde hace dos meses la escuela primaria Adolfo López Mateos en la localidad de El Naranjo en el municipio de San Andrés Tlalnehuayocan está cerrada debido a la intoxicación de maestros y niños por plaguicidas utilizados en la cosecha de la papa.
La escuela está a unos metros de tierras donde se siembra papa que utiliza una gran cantidad de agrotóxicos y durante la última fumigación con plaguicidas, los niños presentaron malestares como vómitos, dolor de cabeza y de estómago, mientras que las maestras presentaron alergias.
El caso fue notificado a la Secretaría de Educación de Veracruz quien ordenó cerrar la escuela y desde entonces los estudiantes toman clases en línea. El centro de salud también atendió los casos.
“Fue a la hora del recreo, dispersaron los químicos para el cultivo de la papa y al menos 30 niños presentaron síntomas de intoxicación. Lo grave es que no es una situación nueva, lleva más de ocho años e incluso las maestras tienen síntomas acumulados de varios años”, relató uno de los habitantes quien pidió no revelar su nombre.
Aunque previamente las autoridades educativas pidieron a los productores evitar el uso de químicos durante el horario de clases, se hizo caso omiso a la petición.
El programa regional de ordenamiento ecológico señala que no debe haber siembra ni uso de químicos a 500 metros de escuelas, centros de salud, casas o iglesias. Pero en la comunidad y municipios a la redonda donde ha crecido el monocultivo de papa esto no se respeta, pues se observan los plantíos a unos metros de estos lugares.
Para “crecencia”, una de las habitantes de esta comunidad, la presencia de la papa y los químicos que se usan para su crecimiento es algo normal desde hace más de una década que el cultivo llegó a la región.
“A veces si nos tenemos que encerrar en la casa porque el olor cuando están fumigando es muy fuerte y molesto, pero ya estamos acostumbrados. Ahora lo que queremos es que abran la escuela, pero los maestros dicen que es peligroso para los niños”, señaló la mujer.
El monocultivo ha crecido de forma acelerada en los últimos diez años. Según el Servicio de información agroalimentaria en 2012, el municipio reportó 30 hectáreas sembradas de papa y diez años después - en 2022- sobrepasaba las 85 hectáreas.
Ver trailers estacionados a la orilla de la carretera al lado de parcelas cargando cientos de rejas de papas es un escenario común en las comunidades de este municipio.
Gran parte de los productores de papa llegaron desde la región de Perote y rentan la tierra en la localidad - alrededor de 20 mil pesos por hectárea-. Aunque parte de los trabajadores son familias de la región. Solo en 2022, se cosecharon 1 mil toneladas de papa con ganancias que superaron los 9 millones de pesos.
Pero la papa es un monocultivo que se caracteriza porque demanda una alta cantidad de agroquímicos. Su manejo Incluye diversos paquetes, en la siembra por ejemplo se utilizan fertilizantes, además de enraizador, fungicidas, insecticidas bactericidas, nematicidas, y diversos agroquímicos, algunos de alta toxicidad e incluso prohibidos en su uso a nivel internacional, de acuerdo a diversas investigaciones.