Redacción
Luego de iniciar la reintegración de personas al programa de apoyo asistencial Oportunidades, muchas han sido las voces inconformes por haber causado baja en algunas colonias de nuestro municipio, las cuales acusaron irregularidades en torno a cómo se maneja este programa.
Las entrevistadas, quienes prefirieron omitir sus generales para evitar represalias refirieron que este tipo de acciones son con el fin de buscar a más personas que requieran de los apoyos, lo cierto es que para dar cabida a éstas deben darse de baja a un número similar de beneficiarios, lo cual genera un círculo vicioso.
Los motivos para dar de baja a las beneficiarias son varios, el más común es que no acuden a las citas. Sin embargo, la mayoría aseguran que son familias trabajadoras que tienen que cumplir con sus obligaciones y tampoco pueden darse el lujo de faltar en todo momento a sus trabajos.
No llega el apoyo a quien lo necesita
Otro problema común es que este tipo de ayuda no se da realmente a quien lo necesita, pues hay personas con claros estragos de pobreza que no son incluidas y que han luchado por varios años para ser beneficiarias del programa sin éxito, pues los encuestadores no se meten a las colonias más marginadas, lo cual deja fuera a un número importante y quizás el más necesitado de este tipo de apoyos.
Uno de esos casos es el de una señora a la que llamaremos Mary. Ella es divorciada y con una hija que padece problemas neurológicos y que ha intentado entrar a este programa pero no ha podido, ya que su hija no está en una escuela, y este tipo de apoyos es más que nada para aquellas personas que tienen hijos en edad escolar, aun cuando se tenga una familia donde el papá y la mamá trabajen.
Caso contrario, señalan, es el de muchas personas que durante largo tiempo se han beneficiado del programa, pero viven en muy buenas condiciones económicas, lo que no se explican en si cómo es que los encuestadores no se dieron cuenta.
Enriquecimiento a costa de los hijos
Otra de las lamentables cuestiones es que las beneficiarias más astutas cobran importantes sumas de acuerdo al número de hijos que se tengan y la edad escolar en la que se encuentren, por lo que algunas de ellas solo se han dedicado a procrear para recibir más ayuda, pues de esta forma cobran más sin tener que hacer nada a cambio.
Las entrevistadas nos explicaban que el sistema regular de este tipo de apoyos, se maneja de acuerdo a la cantidad de hijos, así como el grado escolar en el que se encuentran, por lo que muchas personas cobran cantidades de entre 4, hasta 7 mil pesos bimestralmente, cuestiones que ocupan en la mayoría de las veces no para las necesidades escolares de sus hijos, sino para banalidades.
Ejemplificaron que muchas de las beneficiarias ya cuentan con aparatos electrodomésticos costosos o vehículos, y los chicos siguen estudiando bajo margen de pobreza y sin estímulos por parte de sus padres, por lo que los que se encargan de analizar estas situaciones, deberían salir al trabajo de campo y verificar este tipo de cuestiones, pues en muchas ocasiones se ayuda a quien no lo necesita y se deja en desamparo a quienes realmente viven en polígonos de pobreza.
