PERLA SANDOVAL/AVC NOTICIAS
XALAPA
El río Sedeño surte de agua al 96% de los habitantes de Banderilla; sin embargo, históricamente ha sido considerado como uno de los más contaminados del estado de Veracruz debido a las invasiones de sus márgenes y las descargas residuales vertidas a su cauce, que se suman actualmente a disminución de sus aguas como consecuencia de la sequía.
Esta es la historia de un río que se niega a morir y sus cuidadores que han luchado por evitarlo; se trata de un grupo de hombres, mujeres, adultos mayores, jóvenes, niños y niñas, que por 20 años han trabajado en el rescate de este espacio ubicado en los límites entre Xalapa y Banderilla.
Francisco Rafael Vázquez Ávila, representante legal de la organización Desarrollo Sustentable del río Sedeño Lucas Martín AC e integrante del Comité de Cuenca del Río Sedeño, señala que este año la sequía fue tan severa que la cascada que es generalmente visible desde el bulevar Xalapa-Banderilla, se secó por completo y miles de habitantes se quedaron sin agua durante semanas enteras.
Pero la sequía es apenas una de las muchas amenazas de este afluente que forma parte de la cuenca del río Actopan; en marzo de 2016 fueron declaradas como área natural protegida unos 5.5 kilómetros que se convirtieron en el Parque Lineal Quetzalapan-Sedeño. Desde entonces la asociación Desarrollo Sustentable del río Sedeño Lucas Martín AC ha trabajado en la limpieza, protección y conservación de este espacio que actualmente puede ser visitado.
Los grandes árboles durante el recorrido hacia la cascada, los escalones que han ido construyendo entre la tierra, los senderos limpios e incluso el regreso de las ranas y luciérnagas a la zona son muestra de ese trabajo.
En este espacio que antes era fuente de olores poco gratos, ahora hay compostas “alimentadas” por las familias que separan sus residuos orgánicos y cuidadas por adultos y niños que ciernen con fuerza la tierra llena de nutrientes que luego se vende por lona. A unos pasos del centro comunitario erigieron un huerto en el que cultivan rábanos, lechugas, maíz, frijol, quelites diversos, chiles, tomates, entre otros; se trata de la Red de Agricultura Urbana y Periurbana de Xalapa que busca promover un consumo sensato y responsable. Se trata de un “aula de la naturaleza”, como le llama Francisco.
AQUÍ TODOS PARTICIPAN
Ana Lilia Suárez Ortega, otro de los pilares de esta red de custodios, cuenta que en este lugar a los niños “no se les entretiene” sino que se les enseña a hacer composta, labores de limpieza, cuidado del ambiente, a “hacer comunidad”.
Dos niñas ciernen con fuerza la tierra llena de nutrientes lista para ser vendida en 100 pesos por lona; junto a ellas, un grupo de jóvenes voluntarios y habitantes del fraccionamiento luchan por remover una piedra de gran tamaño en el frente del centro comunitario. El calor poco les preocupa porque como cada sábado han acudido a trabaja.
Ana Lilia cuenta que se han gana la autoridad moral entre los vecinos y autoridades porque, aunque no ostentan cargo alguno, su trabajo por más de dos décadas ha ido dando frutos; al inicio, por ejemplo, los jardineros usaban las márgenes del río para depositar los residuos de los patios, ahora cada uno tiene su cilindro al que cuidan celosamente.
“Ha sido un proceso de años, pero ahora depositan su desecho de jardín; al principio venían, cortaban y todo se iba a la orilla del río, pero ahora cada jardinero deposita en su cilindro; nosotros no tenemos autoridad como tal, pero nos hemos ganado autoridad moral”.
En el centro comunitario también cuentan con instalaciones para la captación de agua de lluvia, hay dos tinacos de 3 mil 500 litros y un sistema de filtración que redirige el agua de las canaletas.
EL HUERTO
Como cada sábado además de los habitantes de la zona y voluntarios, la ingeniera agrónomo de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca, Raquel Martínez González, está en el vivero removiendo tierra, revisando “las camas” de los cultivos, mientras mujeres y hombres riegan las plantas, preparan la tierra en un ciclo sin fin. La ingeniero cuenta que estos huertos periurbanos tienen el objeto de producir alimentos de autoconsumo en espacios dentro de las colonias.
“La idea es que aprendan y que el conocimiento se lo lleven a sus casas incluso si no tienen espacio, porque se pueden hacer bancales elevados; es decir, un tipo de cama elevada”.
Dice que este huerto ha costado meses de trabajo pues desde noviembre del año pasado y hasta junio las faenas eran largas del avance parecía lento; sin embargo, actualmente ya cultivan maíz, cilantro, chile de cera, tomate, huitlacoche, lechuga, apio, entre otras.
El del Sedeño forma parte de una prueba piloto que se pretende llevar a Veracruz y Boca del Río. En Xalapa hay nueve ingenieros y cada uno tiene tres escuelas en colonias como la Veracruz, Independencia, Lucas Martín y 18 de Marzo.
Silvia Santos Hernández es parte de la red; ella no habita en el fraccionamiento y tampoco es de Xalapa pero desde hace 15 años se unió a esta asociación, cuenta que antes llegaba con sus hijos pequeños a realizar trabajos de limpieza y aquí han ido creciendo.
“Me gusta mucho la agricultura, vengo de un pueblo donde cultivamos y conocí la red de agricultura urbana y periurbana; mi trabajo me mantiene ocupada diariamente de 5:00 de la mañana a 10:00 de la noche, por eso cuando tengo tiempo en fines de semana venir a hacer agroecología me desestresa. Mi hijo venía conmigo después del kinder y ahora ya va para la preparatoria y quiere estudiar biología”, contó mientras seguía trabajando,
FALTAN MÁS PLANTAS DE TRATAMIENTO DE AGUAS RESIDUALES
Francisco Rafael Vázquez Ávila advierte que las aguas del río llegan relativamente limpias antes de Acajete, pero debido a la falta de una planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) éstas se contaminan y así llegan a Banderilla y Xalapa. En 2012 se logró la instalación de la PTAR Quetazalapan-Sedeño, en los límites entre Xalapa y Banderilla; sin embargo, no es suficiente pues aún hay descargas de la colonia Lomas de Sedeño. Dijo que uno de los grandes pendientes es la construcción de una PTAR en Chiltoyac y una red de captación.
“La planta de Chiltoyac sería la Norte y había 5 mil beneficiarios; se tendría que crear toda la red de abastecimiento y ordenamiento de las aguas negras para la región cerca de El Moral, La Haciendita, 6 de Enero y esto permitiría sanear las aguas del Sedeño hasta llegar a El Tronconal. Con ello se podría crear el Corredor Ecológico Metropolitano norte de Xalapa desde Tlalnelhuayocan, Banderilla y Emiliano Zapata, pero tardará años todavía”.
Antes de llegar a la cascada se observa una descarga de aguas residuales hacia el río y aunque anteriormente el Instituto de Ecología (Inecol) presentó un proyecto para establecer un humedal o laguna de oxidación el predio estaba en litigio legal y el proyecto no prosperó.