25 de Septiembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Salud y bienestar piden a la Guadalupana  

 

 

 

 

Verónica Huerta/AVC

Xalapa

La religión católica revive cada 12 de diciembre la aparición de la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego en el Cerro del Tepeyac, ahora Ciudad de México en el año de 1531. Años después de la aparición, pero desde los tiempos de la Nueva España, las familias caracterizan a sus niñas y niños como San Juan Diego para llevarlos a los templos el día 12 de diciembre como ofrenda a la virgen de Guadalupe, una tradición que ha permanecido hasta nuestros días. En Xalapa, la familia de Quecholac, estado de Puebla, llegó el sábado para acudir a visitar a la Virgen y vestir a su hijo de cuatro meses con ropa del Santo Juan Diego.

El padre de familia José Manuel Peña Villa expresó que posiblemente les quedaría más cerca acudir a la Basílica en la Ciudad de México, pero ellos por ser originarios de Veracruz prefieren traer a su hijo a la iglesia en Xalapa.

“Es la primera vez que lo traemos a mi hijo, pedimos salud y bienestar como familia; nos fuimos de Veracruz porque no había trabajo, encontramos allá en Puebla y allá nos quedamos; pero somos de acá de Veracruz” explicó.

La Familia López, proveniente del municipio vecino de Banderilla, expresó que visitan a la Virgen de Guadalupe por tradición. “Venimos por tradición, por fe y traemos a nuestro niño; este es el primer año que lo traemos, venimos porque ya pasó la pandemia y estamos más tranquilos” indicaron.

Por su parte, las mujeres feligreses apoyan en hacer fluir la entrada y salida de las y los católicos en el interior del templo; ahí desde que intentan ingresar les piden que se pongan el cubrebocas o no podrán permanecer dentro. Los peregrinos prevenidos llevaban el cubrebocas para proteger del coronavirus, pero otros más que no cumplían con el requisito no les quedó de otra más que permanecer afuera.

Este domingo a las 23:00 horas el arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, y el arzobispo auxiliar Jorge Rafael Palma Capetillo ofrecerán la misa previa a “Las mañanitas” de la Virgen de Guadalupe, a la que se esperan miles de visitantes en la Basílica Menor.

LLAMA IGLESIA A INTERIORIZAR

La alegría por la cercanía de la Navidad contrasta con la realidad que la gente vive todos los días, con desconcierto e incertidumbre, donde las promesas de la campaña están muy lejos de cumplirse, se falsea la realidad y se maquilla como si ésta cambiara con los discursos oficiales, señaló José Manuel Suazo Reyes, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa.

El sacerdote católico en el documento de este domingo destaca que se miente sin ningún rubor y se abusa del poder.

“Los vicios del pasado son el pan de todos los días. Ante esta lacerante y lastimosa realidad tiene mucha actualidad el mensaje de la Virgen de Guadalupe cuando habla de construir la casita sagrada (…) Construir la casita sagrada debe significar entonces terminar con esa realidad que tanto hiere la vida de los ciudadanos. Es necesario construir también la casita sagrada en nuestra propia persona para que resurja una nueva civilización llena del amor misericordioso de Dios.”

Dicha casita sagrada debe ser un signo no solo de unidad, sino también de identidad, donde se manifieste un verdadero espíritu de familiaridad, donde nos reconozcamos y nos tratemos como hermanos que vivimos el amor fraterno.

Suazo Reyes manifestó que se debe estar alegre porque ya está por celebrarse la Navidad, la contemplación del Portal de Belén nos permite darnos cuenta de lo que Dios ha hecho por nosotros. La imagen tierna de un recién nacido nos hace pensar en el amor de Dios por nosotros.

Esta etapa debe mover a cultivar una actitud de corresponsabilidad ético-social para trabajar por una mejor sociedad y para promover mejores condiciones y ambientes sociales que favorezcan el respeto mutuo, la unidad, la reconciliación, la corresponsabilidad y el bien común.

“Conlleva a no ser indiferente al dolor y sufrimiento de los demás, a escuchar y atender a los pobres, enfermos, perseguidos, marginados, a los que son víctimas de la injusticia social. Que la celebración del Domingo de la Alegría y de las fiestas guadalupanas nos lleven a interiorizar y hacer nuestro el mensaje de la Virgen de Guadalupe: No tengas miedo ¿no estoy yo aquí que soy tu madre?.”


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