Es el legislador que promedia más faltas e improductividad en la historia del Congreso de la Unión
Redacción
Ciudad de México
No conforme con adueñarse de Petróleos Mexicanos (Pemex), llevarse entre los pies a los integrantes del gremio que encabeza y vivir una vida llena de lujos a costa de las cuotas sindicales que pagan millones de trabajadores, Carlos Romero Deschamps, “líder” del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Méxicana (Stprm) y el también senador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la actual Legislatura de la Cámara alta, es el servidor que más faltas e improductividad registra en la historia del Congreso de la Unión.
Romero Deschamps lleva 34 años de labor legislativa; sin embargo, es el que menos iniciativas ha presentado y nunca ha subido a tribuna. Su “trabajo” en el congreso empezó en el periodo de 1991 a 1994, como diputado federal en la LV Legislatura; posteriormente, se desempeñó como senador en la LVI y LVII Legislaturas, y desde el pasado 1 de septiembre de 2012 funge como senador en la LXII Legislatura; siempre por selección interna de su partido y nunca por elección directa de los ciudadanos.
De acuerdo con una reciente investigación realizada por la empresa Consultora Integralia, sobre la productividad del Congreso mexicano, Romero Deschamps se encuentra dentro de la lista de los diez senadores con menor presencia en la LXII Legislatura, al igual que Joel Ayala (PRI); Juana Leticia Herrera Ale (PRI); Mónica Arriola (Nueva Alianza); Ismael Hernández Deras (PRI); Gabriela Cuevas (PAN); Martha Elena García (PAN); Luz María Beristain (PRD); Sofío Ramírez (PRD) y Ninfa Salinas (PVEM).
En dicho informe tampoco se registra participación en puntos de acuerdo por parte de Deschamps, así como presentaciones en tribuna, intervenciones en el Pleno ni mucho menos en comisiones; es más, se le ubica entre los seis legisladores con menos votaciones en reformas. Entre sus muy pocas participaciones, apenas si se encuentra el unirse a la iniciativa del senador Jesús Casillas, la cual buscaba garantizar baños limpios y gratuitos en las gasolineras del país.
Pese a no trabajar, ni asistir y mucho menos proponer acciones en beneficio de los mexicanos, o cuando menos del sector que supuestamente lidera y defiende, como senador de la República, Romero Deschamps cobra una dieta mensual de 121 mil 600 pesos; cuenta con un seguro de gastos médicos mayores, por mil 500 salarios mínimos, que equivale a 97 mil 140 pesos; y además tiene un seguro de vida institucional de 40 meses de sueldo integrado, lo que suma cuatro millones 864 mil pesos, más otras prestaciones.
Otra de sus muy pocas participaciones fue signar en la iniciativa de reforma a diversos artículos constitucionales para fortalecer al Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI), a fin de reforzar la transparencia del ejercicio en la función pública, misma que fue presentada en septiembre de 2012 por la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM); sin embargo, Romero Deschamps lleva más de cuatro amparos contra resoluciones del IFAI, para no revelar los datos que se le solicitan en relación a contratos con Petróleos Mexicanos y transferencias de recursos públicos, lo que le convierte en el líder gremial con mayor opacidad en el país.
Cabe señalar que el líder petrolero, desde hace más de 20 años, es uno de los principales maestros del escapismo parlamentario, pero extrañamente esta recurrente práctica en ningún momento ha manchado su expediente de asistencias, ni el pago puntual de sus dietas mensuales.
