Rodrigo Barranco Déctor
Alvarado
Las tres unidades de la Policía Ministerial que acudieron a las inmediaciones de la casa del alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, salieron entre gritos, jaloneos y vasos de refresco helado que militantes aventaron a los cristales.
Cerca de las 3:30 de la tarde los ochos oficiales de la Fiscalía de Justicia del Estado decidieron subir a sus patrullas para irse de la vivienda, tras realizar una inspección ocular del fraccionamiento Rincón de El Conchal, en Alvarado, en donde vive el munícipe boqueño.
Sin embargo, decenas de personas hicieron una valla humana para impedirles la salida y reclamarles a los agentes el supuesto hostigamiento que los uniformados realizaban en contra de la familia de Yunes Márquez.
Algunas mujeres golpearon los vidrios de las unidades, otros insultaron a los policías, pero algunos perdieron los estribos y jalonearon y bañaron en refresco al fiscal segundo de Investigaciones, Guillermo Enrique Altamirano, quien iba a cargo del operativo.
Por un lapso de cinco minutos los agentes tuvieron que resguardarse en los vehículos oficiales, ante la lluvia de vasos con líquido y botellas de plástico que fue frenada por los trabajadores del Ayuntamiento de Boca del Río que estaban ahí.
Los mismos empleados municipales se acercaron al tumulto para pedir a los panistas que cesara el ataque en contra de los policías y así pudieran salir en calma.
