SOFÍA QUIÑONES/AVC NOTICIAS
XALAPA
El Sistema Lagunar de Alvarado, el tercer humedal más grande del país cumplió 21 años como sitio Ramsar, en medio de amenazas como la deforestación y la falta de un plan de manejo y ordenamiento territorial.
En el marco del día de los humedales, AVC Noticias entrevistó a Aníbal Ramírez Soto, presidente de la Red de Viveros de Biodiversidad (Revive), quien realiza junto a otras organizaciones trabajo de reforestación y conservación en este ecosistema.
De acuerdo a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el Sistema Lagunar de Alvarado es un sistema lagunar-estuarino de más de 260 hectáreas compuesto por lagunas costeras salobres, destacándose las lagunas de Alvarado, Buen País y Camaronera, más de 100 lagunas interiores, como Tlalixcoyan y las Pintas, y varios ríos.
Este complejo presenta diversos ecosistemas como dunas costeras, carrizales, bosques de palmas, bosques de encinos y grandes bosques de manglares, siendo este último el más representativo de este lugar con más de 19 mil hectáreas.
Además, se considera el sitio más importante para la existencia del manatí americano, debido a la gran biodiversidad que contiene y un lugar prioritario para la conservación de aves.
Este complejo lagunar fue nombrado sitio Ramsar el 02 de febrero de 2004, lo que conlleva a un reconocimiento internacional como humedal de gran importancia.
UN TÍTULO SIN ORDEN
Sin embargo, el título solo es nobiliario, es decir, que tiene un reconocimiento internacional, pero no está dentro del Sistema Nacional de Área Naturales Protegidas, pues no tiene un plan de manejo.
“En el ámbito ambientalista, los sitios Ramsar son conocidos coloquialmente como un título nobiliario, ya que representan un reconocimiento internacional sin una estructura operativa que garantice su protección. Entonces, pudiera tener un plan de manejo ambiental, pero si no hay una estructura que vaya a operar ese plan de manejo, pues no tiene caso”, explica Ramírez Soto.
El ambientalista dice que, a dos décadas de su creación, el sitio no cuenta con un ordenamiento ecológico, peor aún, sin un responsable operativo que pueda desarrollar planes de protección y conservación del sitio.
Aníbal Ramírez comparte que hace algunos años se promovió el decreto para que este sistema lagunar fuera parte de las Áreas Naturales Protegidas y de esa forma tuviera su ordenamiento ecológico, sin embargo, en 2015 se pausó el proceso dentro de la Semarnat (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y desde entonces no se ha retomado.
“Se estuvo promoviendo y estuvo a punto de decretarse, yo participé en ese proceso, en los estudios técnicos, talleres, ya estaba en la fase de propuesta y se quedó en Semarnat en 2015, ahí se quedó, ya nada más faltaba que lo decretaran, pero no lo hicieron.”
Sin un ordenamiento claro, el sistema lagunar vive una presión constante por tala de bosques de manglar para dar espacio a cultivos comerciales como la caña de azúcar.
“Esa es una de las principales amenazas, la destrucción de bosques y la erosión en la cuenca, que impacta directamente en la calidad del agua y en la cantidad de sedimentos que llegan abajo”, dice Ramírez.
LAS AMENAZAS AL SISTEMA LAGUNAR
Según Global Forest Watch –que mide a través de imágenes satelitales la deforestación– desde 2001 hasta 2023, el Sistema Lagunar Alvarado perdió 290 hectáreas de bosque primario húmedo, lo que representa 5.2%de su pérdida total de cobertura arbórea en el mismo periodo de tiempo. El área total de bosque primario húmedo en el Sistema Lagunar Alvarado disminuyó en 2.4% en este periodo de tiempo.
Además, en la base de datos de Global Forest Watch podemos observar que la agricultura itinerante (como la ganadería) también es uno de los problemas principales por lo cual se da la pérdida de cobertura arbórea, y Ramírez nos explica por qué: “Tanto ganaderos como cañeros han tapado bastante de los circuitos hidrológicos o los mismos circuitos hidrológicos con los sedimentos que han venido de la cuenca, se han taponeado y eso ha provocado que grandes partes de esos pantanos y manglares se resequen, ya sea porque se asolan los canales o porque los propios ganaderos, en aras de incrementar su superficie, han ido cerrando los circuitos hidrológicos, con ello cambia la hidrología, se secan los pantanos y se vuelven inflamables.”
Además, Ramírez expone que es fundamental que el Sistema Lagunar de Alvarado cuente con su ordenamiento ecológico decretado para evitar ideas y propuestas extractivas que dañen el ambiente, ya que, según estimaciones, los servicios ambientales que provee el Sistema Lagunar de Alvarado tienen un valor de aproximadamente 37,000 dólares por hectárea al año. Dicho de otra forma, si se pierde una hectárea de territorio del Sistema Lagunar de Alvarado, son 37 mil dólares perdidos al año.
“Se requiere un ordenamiento ecológico de territorio decretado para evitar incluso hasta ideas depredadoras. Imagina, son 37 mil dólares por hectárea al año de servicios ambientales que da el Sistema Lagunar de Alvarado, debe tener entre 12 mil o 12 mil 500 hectáreas de manglares, y por otro lado debemos tener aproximadamente la misma cantidad de zonas perdidas de manglar”, explica.
Pero no todo está perdido, Ramírez comenta que se pueden recuperar todas esas hectáreas perdidas con un buen programa de restauración y, además, el retorno de rentabilidad podría ser en pocos años.
¿CÓMO PARTICIPA EL GOBIERNO EN LA CONSERVACIÓN DEL SISTEMA LAGUNAR DE ALVARADO?
A pesar de la falta de una estructura operativa para la protección de este humedal, Ramírez explica que, sí hay inversión gubernamental para la conservación de esta zona, pero además las Asociaciones Civiles, como Revive o Pronatura, tienen su reconocimiento, ya que a través de los financiamientos que obtienen, pueden generar un proyecto de conservación y/o restauración.
“El gobierno sí invierte a través de sus propios programas federales, como Conafor, Compensación Ambiental, Pago de Servicios Ambientales, la CONANP, Gobierno Federal, etc, pero hay otra parte que es obtenida por diferentes asociaciones civiles, como nosotros y otras más, que obtienen fondos internacionales o de empresas, y con ese dinero se hacen bastantes cosas.”
¿QUÉ PODEMOS HACER LAS Y LOS CIUDADANAS?
Aníbal Ramírez nos invita a hacer tres cosas:
- Conocer el manglar y estar en contacto con el ecosistema.
- Disfrutar y conocer todos los alimentos y beneficios que salen de ese lugar.
- Invitar a las autoridades a financiar proyectos de conservación y restauración de manglares para estas zonas.
También invita a quienes estén interesados a tomar el curso de elementos básicos y tecnología regenerativa para la restauración ecológica de manglares, que dará inicio el 21 de marzo y será impartido por la Red de Viveros de Biodiversidad (Revive).
La conservación del Sistema Lagunar de Alvarado no solo es una responsabilidad gubernamental, sino un compromiso colectivo. Conocer, valorar y exigir acciones concretas son pasos esenciales para garantizar su preservación a largo plazo.