MÉXICO, D.F., mayo 22 (EL UNIVERSAL).- "¡México te amo tanto tanto!", gritó Raphael para agradecer al público en el segundo concierto que ofreció en el Auditorio Nacional como parte de su gira De amor y desamor en la cual tuvo como invitado a Luis Humberto a abejas, vocalista de Enjambre.
Entallado en un traje negro con corbata el español salió a las 20:38 cuando las siete letras que integran su nombre se pusieron en color blanco en cada una de las pantallas rectangulares dentro de una producción que contó también con unas escaleras.
Aplaudiendo, con los brazos extendidos y rindiéndose a su público comenzó su repertorio con sus particulares pasos de baile al ritmo de "Si ha de ser así" para dejar la tranquilidad a "Enamorado de la vida" y hacer una fiesta con "Mi gran noche".
En una velada llena de éxitos no dejó de sonreír y de dar dramatismo a sus potentes interpretaciones como "Provocación", "Se fue" o "Despertar al amor", en el cual se quitó su saco y salió caminando provocando el júbilo de los presentes.
"Señoras y señores, feliz estar de nuevo en México. Un año más, una vez más y todas las que me quedan por venir", saludó para dar pie a "Digan lo que digan".
Con constantes reverencias como forma de agradecimiento su pasado se hizo presente en "Yo sigo siendo aquel" con imágenes de él de joven como respaldo levantando al público que gritó a coro "Raphael, Raphael".
"Esta canción la grabé hace mucho y para mí no quería decir mucho en aquel momento, pero al correr del tiempo es mi canción fetiche, la preferida por todas las cosas que han pasado", expresó antes de "Gracias a la vida" y tras decir gracias a los constantes gritos de "¡te amo!" recibidos.
Acompañado de cinco músicos emocionó con los acordes de "Qué tal te va sin mí" e invitó a Luis Humberto, vocalista de la agrupación Enjambre, en "Estuve enamorado" donde le enseñó algunos pasos de baile.
"Eres una tradición y hay una influencia muy grande tuya en mi música, a todos los mexicanos que te escuchan Raphael, de verdad gracias por dejarme cantar contigo", le dijo el mexicano después de fundirse en un gran abrazo.
"Cuando tú no estás", "Desde aquel día", "Que nadie sepa mi sufrir" y "Por una tontería", donde Raphael tiró el agua de su vaso, siguieron su show que se caracterizó por diversos estados musicales entre los románticos a los más movidos.
El “Divo de Linares” hizo mover los brazos de un lado a otros a los cerca de 10 mil asistentes que se dieron cita con "Maravilloso corazón", tema en el cual pidió le pusieran la luz para ver la energía que derrochaba y se dejaba ver en las miles de almas que corearon sus temas y que en su mayoría eran adultos.
El tango argentino llegó al coloso de Reforma de la mano de "Nostalgias", interpretado también por artistas como Carlos Gardel, Andrés Calamaro o Rocío Dúrcal. Como sabía que su público no iba a dejarlo ir tan rápido comenzó a despedirse con "En carne viva", "Escándalo", "Ámame" y "Que sabe nadie".
El cristal en el que cantó "Frente al espejo" fue roto por una silla como ya es su costumbre para irse definitivamente del escenario tras 35 canciones a las 23:25 horas con "Como yo te amo".
