CIUDAD DE MÉXICO, 1 de diciembre.- A dos días de su fallecimiento por un paro cardiaco en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, el comediante Roberto Gómez Bolaños Chespirito (1929-2014) recibió un homenaje de cuerpo presente en el Estadio Azteca, al que acudieron más de 24 mil personas itinerantes, según cifras policiales.
Con el título “Chespirito, gracias por siempre”, el homenaje empezó a las 13:00 horas, cuando llegó el cuerpo del actor en una carroza de cristal, pintada de rojo, y duró tres horas más. Sin embargo, sus seguidores llegaron antes de las 10:00 horas en espera del arribo del cuerpo.
Sólo las gradas de abajo se mostraron ocupadas, aunque con algunos huecos.
Rumbo al coloso de Santa Úrsula
Antes del mediodía del domingo, el Estadio Azteca lo esperaba. A las afueras del recinto deportivo cientos de personas aún se dirigían a las entradas principales en medio de un operativo controlado por elementos de Tránsito.
Vendedores ambulantes con flores blancas, así como accesorios que caracterizaron al personaje de El Chapulín Colorado, como playeras en rojo con las letras en amarillo “CH”, “el chipote chillón” o “las antenitas de vinil”, ofrecieron su mercancía a los asistentes.
Para ello, la espera fue larga, pero dos pantallas gigantes anunciaron, con imágenes, la salida de Chespirito desde las instalaciones de Televisa San Ángel.
A las 11:40 horas, el cuerpo del actor, escritor y comediante salió de la televisora rumbo al estadio, por Periférico Sur.
El ataúd fue expuesto al público a través de una carroza con paredes de cristal rodeada de flores y las figuras de sus personajes, para que sus fanáticos, en el trayecto, pudieran darle el último adiós.
Mientras tanto, adentro del Estadio Azteca se coreó un “¡Chavo, Chavo!”, en referencia a su papel como el Chavo del 8 y se realizaron las famosas “olas” entre las gradas.
A las 13:00 horas, el féretro ingresó por la puerta 1 del estadio. Adentro, una estructura de metal simuló una capilla abierta, con la fotografía del actor al centro y cinco alfombras rojas la rodearon.
Siete vehículos con la familia y amigos del actor arribaron al lugar. El productor Roberto Gómez Fernández portó una playera roja con la “CH” en amarillo del Chapulín Colorado y después entró Florinda Meza, sin llanto, sonriendo a los seguidores de Chespirito.
“Y con un fuerte aplauso, ¡qué viva Chespirito!”, fue anunciado a través de las bocinas.
Al grito de “Chavo, Chavo”, la carroza entró a la explanada del estadio y dio un recorrido de ocho minutos para beneplácito de los asistentes.
A la 13:31 se detuvo y fue preparado para llegar al centro de la explanada, mientras sonó la canción Gracias por siempre, que entre sus frases relató: “por siempre Chespirito, aquí en el corazón tú sigues vivo”.
En hombros, el ataúd fue trasladado por una de las alfombras rojas. La gente aplaudió, pero con un sonido suave y así quedó en medio de la cancha, bajo la capilla en la que horas después monseñor Diego Monroy oficiaría una misa en su honor.
Las porras no faltaron, aunque tras la llegada del cuerpo de Chespirito sólo las cápsulas de sus personajes se escucharon en las dos pantallas.
La movilización inició a las 14:00 horas, pues los espectadores bajaron de sus asientos y formaron las primeras filas, de hasta 30 personas, en la alfombra roja para pasar frente al féretro.
Sin embargo, la primera en hacerlo fue su viuda, la actriz Florinda Meza, quien atrás del púlpito, en pleno pasto verde y como tributo al finado comediante, colocó flores de crisantemos y gladiolas blancas, acción repetida por sus amigos, familiares y el público.
La canción Gracias por siempre se repitió una y otra vez, mientras se formaron filas de flores blancas.
Numerosas personas decidieron retirarse después de colocar su flor blanca, acto que finalizó a las 14:20 horas.
Ceremonia religiosa
La ceremonia religiosa dio inicio a las 14:40 horas con la voz del tenor José Luis Duval. Durante su canto, monseñor Diego Monroy entró por la alfombra central hacia el púlpito.
“Buenas tardes”, saludó el sacerdote, sin respuesta, por lo que repitió.“Parece que no escucharon, buenas tardes”. Los que esperaron en butacas, respondieron.
La misa transcurrió y el Salmo fue leído por la hija de Roberto Gómez Bolaños, Marcela, mientras que la primera lectura la leyó su nieta, la actriz María Penella.
“Nos encontramos esta tarde ante una de las realidades más duras de la existencia humana. Un ser querido para nosotros, no sólo de México, yo diría de todo el continente de América, siente la partida de nuestro querido amigo Roberto Gómez Bolaños. Ha partido a la casa del padre, ha terminado la etapa terrena de su existencia y se ha separado de nosotros. Ha comenzado a vivir la vida eterna.
“Florinda Meza lo sentirá muy fuerte, un vínculo sensible del afecto se ha roto, pero se han estrechado otros vínculos más fuertes, espirituales, que nos unen a nuestro hermano, Chespirito, el Chavo del 8, El Chapulín Colorado, que nos llenaba de alegría”, señaló el sacerdote.
José Luis Duval interpretó el Ave María y el resto de los temas de la ceremonia.
Al finalizar, los niños del CEA de Televisa y el Coro de niños de México TAE interpretaron nuevamente el tema del homenaje, vestidos como el Chapulín Colorado y el Chavo del 8. Después de la coreografía y la canción, cada uno abrió una caja blanca de la que salió una blanca paloma.
Al vuelo de más de cien de estas aves, el público aplaudió, otros lloraron y los más, sólo exclamaron una onomatopeya por la bella imagen.
El Mariachi Gama 1000 interpretó Las golondrinas, sin letra, y a las 15:45 horas, el féretro de Chespirito salió en hombros y recorrió nuevamente la explanada del Estadio Azteca, seguido por los niños del coro.
Como despedida los asistentes aplaudieron y lanzaron flores al paso del cuerpo. Las palomas bajaron al pasto y una de ellas llegó a manos de Florinda Meza quien la tomó, la besó y la liberó. Para tal acto, la viuda alejó a sus acompañantes para evitar que las palomas se asustaran e incluso se molestó cuando un camarógrafo se acercó demasiado a ellas para captar a la que había liberado. La escena fue omitida de la transmisión en vivo.
El homenaje finalizó a las 16:00 horas.
Viaje hacia su homenaje
El féretro de Roberto Gómez Bolaños partió para ser objeto de un tributo de cuerpo presente recorriendo Periférico Sur, durante el cual sus admiradores lo ovacionaron
El cuerpo del actor, productor y director Roberto Gómez Bolaños, dijo adiós a su casa Televisa la mañana de este domingo, cuando su ataúd, custodiado por seis hombres, lo subieron a la grúa de color rojo, para ser trasladado al Estadio Azteca, en donde sería objeto de un homenaje.
Alrededor de las 11:30 horas, el cuerpo de Chespirito salió de la puerta tres de la televisora rumbo al Estadio Azteca, por Periférico Sur, en donde se hicieron cortes a la circulación para permitir el paso del cortejo.
En la grúa, el féretro, que estaba en una urna triangular de acrílico, iba acompañado por dos estatuas. En la parte de atrás iba la del emblemático Chavo del 8 y en el frente el Chapulín Colorado.
En una camioneta blanca tipo Suburban iba Florinda Meza, la ahora viuda, quien agradeció las muestras de cariño hacia su marido, saludando brevemente a su paso o bien sonriendo a aquellos que se animaron a estar en los carriles laterales de Periférico para despedir al intérprete del Chavo del 8.
El cortejo iba a 10 km por hora, lo que provocó que su traslado hacia el Coloso de Santa Úrsula se realizara en
una hora con 20 minutos. Y aunque iba custodiado por personal de la Secretaría de Seguridad Pública y de la policía de Tránsito, esto no impidió que algunos se acercaran a dejarle algunas flores y otros más se animaran a lanzarle porras gracias a su labor como comediante.
A las 12:40 horas aproximadamente, el cortejo llegó al llamado Circuito Azteca para aproximadamente 20 minutos después entrar por la puerta 10 del Azteca para ser objeto del homenaje programado.
Brasil también lo despide
Los brasileños también rindieron su último adiós a Chespirito, quien desde hace tres décadas está presente en millones de televisiones del país.
Cientos de imitadores de El Chavo, Noño y La Chilindrina se reunieron ayer en el Memorial de América Latina de Sao Paulo para rendirle un homenaje. En el lugar se colocaron fotos, objetos, bebidas y calaveras, en alusión a las tradiciones mexicanas.
El canal brasileño SBT, que emite las series de Chespirito desde hace tres décadas, le dedicó un programa especial.
El Chavo se estrenó en 1984, como parte de un programa infantil, y El Chapulín llegó tres años después.
Hace unos años los canales retiraron de su programación las series creadas por Chespirito, pero las protestas de los seguidores del actor mexicano los obligaron a exhibirlos de nuevo y siguen en el aire hasta hoy.