18 de Noviembre de 2025
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‘El Malilla’ enciende el helipuerto del WTC

12a

 

Agencias

Ciudad de México

No importó el motivo, El Malilla puso a todos a bailar en el lugar más improbable de la capital, el helipuerto del World Trade Center.

Perrear con sus fanáticos más fieles puso al Malilla contento, haciendo que los 11 grados se les olvidaran, en una tarima desde la que se podía ver toda la ciudad de noche, encendida.

Las lamparitas brillando de todos los edificios acompañaron en un set de 12 canciones al Ídolo de Chalco que comenzó cantando “Oye Malilla, ponme de rodillas”, para satisfacción de las “mujeres solteras”, que eran invocadas cada tanto durante el show con el grito: “¿Dónde están las mujeres solteras, pero también las casadas, divorciadas?”.

Tres canciones bastaron para que el juego de las fans subiera de tono, “que se encuere, que se encuere”, gritaban.

El espacio era tan pequeño en el helipuerto que El Malilla se dio cuenta de quién había empezado con el desorden: “¡Ah, fuiste tú! ¿verdad? La que anda armando el relajo. Vas a ver mi amor...”, dijo y todas lanzaron otra vez un grito.

Igual de improbable que el lugar, El Malilla es el sex symbol menos probable. No es tan musculoso, no es alto, pero tiene algo que prende a sus fans: su actitud y su forma de bailar cuando mueve la cadera hacia adelante mientras suena Beiby remix.

Para ese momento, El Malilla se acercaba cada vez más a la orilla del escenario y, mientras cantaba, no dudaba en ponerse en cuclillas, saludar a las cámaras que lo filmaban, mandar saludos a los celulares de sus fans e, incluso, tomar algunos de los teléfonos y regresar al escenario grabándose a sí mismo en una selfie.

Los gritos pidiendo que se encuerara no bajaron durante toda la noche y lo que si bajó fue la temperatura, lo que motivó al Malilla a calmar los ánimos de sus fans.

Hace frío, espérense aquí, no me voy a encuerar”. Y cuando estaba hablando, ahora otro fan gritó: “que se la saque”, a lo que los otros se unieron provocando las risas del cantante que desapareció del escenario.

Minutos después reapareció regalando sombreros a todos, lanzándolos para todos lados y también lanzando playeras para que algunos suertudos se llevaran un recuerdo de su concierto en el piso 44 del WTC. Ahí volvió a cantar Beiby, y Vaquero. Los fans lo siguieron con los sombreros en el aire y luego de ese último tema se despidió.

¡Muchas gracias Ciudad de México!”, dijo con agradecimiento y humildad.

Ahora se prepara para dar un concierto en el Palacio de los Deportes el  13 de febrero en lo que será la primera vez que un cantante de perreo mexicano llega al segundo recinto más importante del circuito de venues capitalinos (detrás del Estadio GNP).


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