ENRIQUE BURGOS
COATZACOALCOS
El ritmo, la alegría y las tradiciones del son jarocho se apoderaron de la Casa de Cultura de Coatzacoalcos con la realización del Primer Concurso Infantil y Juvenil de Jaraneros Coatza 2025. El evento reunió a diez agrupaciones que llenaron el escenario de música y baile, desatando el entusiasmo y los aplausos del público asistente.
El primer lugar fue para Casa Sotaventina de Loma Bonita, Oaxaca, una agrupación con casi ocho años de trayectoria. Representada por siete jóvenes músicos, esta generación lleva tres años preparándose para preservar y compartir el son jarocho. Su triunfo les valió un premio de 7 mil pesos.
“Me llamó la atención que fuera un concurso porque, en los años que llevo tocando, esto no es común en el son jarocho. Hace mucho tiempo, tal vez hace 40 años, hubo algo similar en Tlacotalpan, pero generalmente son encuentros, ya que es complicado medir estos parámetros tradicionales”, compartieron los integrantes de Casa Sotaventina.
El segundo lugar fue para el Taller de Son Jarocho de la Casa de Cultura de Acayucan, que obtuvo un premio de 5 mil pesos, mientras que el tercer puesto lo ganó Son de Aquí de Nanchital, llevándose 3 mil pesos.
Para participantes como Eduardo Jerónimo Cruz, de la agrupación Hijos de la Tierra de Cosoleacaque, este tipo de eventos son fundamentales para preservar las raíces culturales. “Los niños ya no están tan interesados en el son jarocho. Nosotros queremos seguir rescatando nuestro pueblo, el son, la tradición”, expresó.
El evento también contó con la presencia del diputado por el distrito 29 de Coatzacoalcos, Miguel Pintos Guillén, quien destacó el compromiso de impulsar actividades culturales en la región. “Estamos buscando, como dice nuestra gobernadora, poner de moda a Veracruz y rescatar nuestra identidad. Este tipo de eventos son clave para lograrlo”, señaló.
El Primer Concurso Infantil y Juvenil de Jaraneros Coatza 2025 no solo celebró la música tradicional, sino que reforzó el compromiso de las nuevas generaciones para mantener vivo el son jarocho, una pieza fundamental de la cultura veracruzana.