Ana Karen, Germán, Yvana y René, los rostros de la violencia.
Rodrigo Barranco Déctor
Veracruz
En las últimas semanas, tras el cambio de gobierno en Veracruz el 1 de diciembre del 2018, una ola delictiva azota el estado que suma 26 mujeres asesinadas, tres en estado de gestación, y más de 150 hombres ejecutados por arma de fuego.
Yvana es una de las víctimas colaterales del escalafón criminal, con apenas 5 años de edad desapareció el 13 de enero en la ciudad de Xalapa, por lo que se lanzó la alerta Amber para dar con su paradero.
La pequeña, que acudía al jardín de niños, estaba acompañada de su madre, que tenía 7 meses de embarazo. Ese día, la mujer fue atacada de un disparo en la cabeza en calles de la capital jarocha, su cuerpo fue localizado en una banqueta, pero hasta ahora no se sabe nada de la menor.
Ana Karen, de 16 años, es otra de las víctimas de la escalada violenta. Ella fue hallada muerta, envuelta en un sarape, en el pasillo de una casa ubicada en la ciudad de Orizaba, el pasado lunes 14 de enero.
La adolescente es descrita por sus amigos como una chica alegre y trabajadora, pues pese a su corta edad tenía un empleo para ayudar a sus padres con los gastos del hogar.
Los vecinos la localizaron amarrada de pies y manos, envuelta en el cobertor, con sangre en la cabeza. La Fiscalía General del Estado detuvo a una persona como presunto responsable, un expolicía municipal de esa zona montañosa del estado de Veracruz.
Germán, de 26 años, era maestro de matemáticas en la ciudad de Coatzacoalcos, sus seres queridos lo describen como un joven de bien, dedicado a su novia.
El lunes 14 de enero, salió de su casa con su pareja, en la comunidad de Villa Allende, sólo iba a la esquina a comprar unos esquites, cuando tres sujetos encapuchados le salieron al paso, según relata la joven.
Tras quitarle su cartera, los delincuentes le dieron un disparo en la espalda que salió por su pecho y que lo privó de la vida. El cuerpo fue identificado por su madre.
René, era el supervisor escolar de Telesecundarias de la zona de Misantla, al norte del estado de Veracruz. El domingo caminaba por calles del centro de esa ciudad cuando fue interceptado por sujetos armados.
Los sicarios le dispararon en varias ocasiones, como pudo, con sus últimas fuerzas, se arrastró por la banqueta para buscar ayuda, ese momento fue captado por unos de los vecinos que tomaron una fotografía de sus últimos minutos de vida.
