* Se trata del joven exvecino de la colonia Pedregal II
Jorge Parra
Contrario al protocolo fúnebre y dejando de lado las buenas costumbres y tradiciones mortuorias, expusieron en una plaza pública un cadáver con más de dos días de fallecido y con la intervención de personas totalmente ajenas al joven finado después de oponerse al arresto de policías municipales, ayer fueron llevados al parque José María Morelos los restos de una persona.
Luego de que la madrugada del pasado lunes, al estar ingiriendo bebidas alcohólicas al interior de un bar ubicado sobre el bulevar Manuel Ávila Camacho y de acuerdo a versiones policiacas oficiales que se dieran a conocer que el finado Leonel Herrera Córdova, vecino de la colonia Pedregal II, de oficio chofer, quien resultó lesionado al oponerse a ser sometido por el zafarrancho que estaba protagonizando y derivado de ello falleció y ayer su cadáver fue llevado al parque central.
Sin embargo, en medio de un tumulto de reproches y gritos frente del palacio municipal, con el cuerpo presente en el sitio bajo el sol de la tarde, al acto se sumaron personajes totalmente ajenos a la situación.
Dejando de lado las reglas sanitarias del manejo de restos humanos, el cadáver fue expuesto, en medio de lo que el padre del finado de nombre Isaías Herrera García dijo que ir al parque con el cadáver de su hijo, fue “una exigencia de justicia”, pues solo argumentó “lo que queremos es que no los vayan a soltar” pero nunca dijo el motivo de su dicho o de dónde se desprende el argumento o el respaldo que lo lleva a sostener que se iba a soltar a quien le causó la muerte de su hijo, pero más aún, el asunto se encuentra en manos de la fiscalía y es ahí donde se tienen que realizar las diligencias judiciales correspondientes, dentro del expediente en actuaciones ministeriales, pues con exponer los restos de un cadáver en una plaza pública de forma oficial no se consigue nada.
Sin embargo la escena de ayer cerca de las 14:00 horas en el parque José María Morelos se vio inundada de personajes como ya se comentó totalmente ajenos a la situación, por ejemplo el conocido taquero Cruz Martínez, quien estuvo en el evento de la exposición el cadáver en el parque José María Morelos, sin embargo al pedirle su punto de vista respecto a si el finado era de su familia, amigo, conocido o si por lo menos viven en la misma colonia o el porqué estaba en el lugar, no quiso dar declaración alguna se limitó a decir: “no quiero decir nada”, cabe hacer mención que este personaje está fuertemente ligado a la pasada administración municipal PANista e incluso su hijo fungía como secretario particular del exalcalde.
De esta forma lo que usual o tradicionalmente debió ser un acto de respeto y solemnidad, como lo es el camino de un finado al cementerio se convirtió en un suceso de gritos y acusaciones donde la mayor ausencia fue la del respeto a los restos de un hijo.
