Mi asistente se percató de que algo no andaba bien tras ganar sus primeros 60 pesos, porque para pasar al siguiente nivel le pedían 260 pesos
Amigos, me “hackearon” el WhatsApp. A veces encargo mi teléfono durante los programas en vivo para que otra persona los atienda.
A esta persona se le hizo sencillo inscribirse en una oferta laboral en donde uno podría ganar hasta 3000 pesos diarios con sólo dar me gusta o repostear algunos anuncios en Instagram. De eventos, restaurantes, productos, artistas… Mi asistente se percató de que algo no andaba bien tras ganar sus primeros 60 pesos, porque para pasar al siguiente nivel le pedían depositar 260 pesos.
Salió del grupo y les bloqueó pero el daño estaba hecho. Ese grupo de defraudadores ya tenía mi contacto. En la mañana del miércoles y mientras transmitía mi programa de radio, me llegó un mensaje al WhatsApp, donde me aseguraban que “debían unirme a un grupo para la fiesta de graduación”.
Para colmo de males, yo efectivamente sí estoy organizando (con un grupo de madres) la graduación de mi hija y sus compañeros de escuela. Todo tenía sentido y sin poder analizarlo a profundidad porque me encontraba transmitiendo, di por hecho que me estaban agregando a otro grupo de WhatsApp.
Esta persona me solicitó un código que debía llegar a mi SMS para poder unirme al grupo. Efectivamente llegó y desapareció de la pantalla de inmediato le hice saber que no lo tenía.
Sin embargo robaron mi cuenta de WhatsApp y empezaron a pedirle dinero… OJO: sólo a las personas incluidas en grupos donde yo participaba y aquellos (que en mala hora) me acababan de enviar un mensaje. Ya después me explicó la Policía Cibernética que estos personajes no pueden acceder a todos mis contactos.
Ni siquiera a chats anteriores al hackeo. Algo que descubrí posteriormente, es que aunque la víctima no proporcione el mentado código, esta verificación de dos pasos para WhatsApp puede ser solicitada vía telefónica y quedar grabada en tu correo de voz.
Si este correo de voz no está a su vez encriptado con alguna clave, puede ser fácilmente jaqueado por los defraudadores. Lo primero que me recomendaron fue que mi número telefónico quedara inutilizable por lo menos hasta el día siguiente.
Como las compañías telefónicas no te desconectan la línea hasta pasadas unas horas pueden seguir haciendo de la suyas durante un buen rato. WhatsApp es prácticamente inaccesible, pero gracias a mis contactos conseguí el correo de soporte técnico de la mentada aplicación.
Tanto para la policía cibernética como el reporte de WhatsApp, mi marido PEDRITO que es bastante meticuloso y tiene experiencia en esto de los fraudes electrónicos, recibió los pantallazos de las conversaciones de estos malandros con los contactos que habían logrado embaucar tanto como los que no cayeron en el engaño.
Un listado con números de cuenta bancarios, nombres y algunas otras ocurrencias como el hecho de que una víctima que finalmente depositó lo solicitado y va a ser “unida a otro grupo”. Tengan mucho cuidado con los datos que proporcionan en línea.