Rubén Pabello Rojas.- Hace escasos ocho meses, en este lugar, se escribió el siguiente texto. Los pocos días que han transcurrido confirman, con hechos, lo entonces ahí pronosticado.
“Seis siglos antes de Cristo, Nabucodonosor II, rey de los Caldeos, para honrar a su amada esposa mando construir un monumento grandioso que le demostrara a la luz pública su devoción y amor. De esta suerte mando a elaborar un espectacular regalo que admirara a su mujer Aymitis”.
“Nació así una de las consideradas Siete Maravillas de la Antigüedad: Los Jardines Colgantes de Babilonia. Situada a 120 kilómetros de la actual capital de Irak, Bagdad, en plena Mesopotamia, la portentosa Babilonia comenzó a declinar bajo el reinado de Darío III, por el año de 330 a.C.”
“Más que aquellos monumentales jardines, sobrevivió su fama que llega hasta nuestros días. Hoy en la entrañable Xalapa, capital del estado de Veracruz, los habitantes que transitan por algunas de sus calles, se sorprenden al ver el intento de dar a esta ciudad una réplica de aquellos jardines de ensueño que fueron y son referente de una de las siete maravillas de la antigüedad”.
“Para asombro, sin burla, de viandantes y automovilistas, paredones del centro histórico aparecieron con un sembradío vertical de plantas pegadas, desafiando los más elementales mandatos de la gravitación. Técnicas que se supone debidamente probadas científicamente deben respaldar semejante propuesta”.
“No se tiene noticia cierta de cuantos siglos permanecieron con vida los jardines babilónicos. No se sabe tampoco cuánto durarán los asombrosos jardines colgantes de Xalapa. Se desea que sean varios siglos, como aquellos y que no pasen a ser solamente una muestra del arte botánico urbano, de vida efímera y que solo cumple efectos superficiales de maquillaje, cosmética citadina”.
“También se desea que los próximos cuatro años, por lo menos, al igual que los insólitos jardines, las demás obras pictóricas al fresco instaladas en recientes paseos de la capital, tengan el mantenimiento, tan difícil de lograr, por parte de las nuevas autoridades municipales, quienes están obligadas a conservar ese maquillaje que tan excelentes obras de arte popular requieren”.
“También casusa extrañeza, regocijo, azoro, critica, éxtasis y hasta pitorreo, la gran visión con que fue concebida en pleno Parque Juárez, una interpretación estilizada de la mitológica Serpiente Emplumada signo con que se representa al viejo Quetzalcóatl. Indudablemente se trata de una idea superlativa de cómo se desperdicia la capacidad de discernir normalmente”.
“Ojala que tan revolucionarias muestras de enriquecimiento del paisaje metropolitano no se agoten para ser exclusivamente disfrute del Centro Histórico, sino que sean reproducidas en las colonias de la ciudad, donde con toda seguridad sus habitantes las apreciaran y agradecerán, mientras llega la esperada pavimentación, alumbrado, la red de agua potable o de perdido el camión de la basura. Se entiende y da por descontado que en los dos meses que restan al actual ayuntamiento esta problemática quedará debidamente superada”.
“Así, entre, los jardines colgantes, las legendarias serpientes emplumadas y la reconquista femenil, discurre en estos días la sociedad xalapeña y la veracruzana. A nivel nacional, vienen los efectos que causarán inevitablemente las reformas a diferentes leyes, las cuales impactarán a todos los mexicanos de alguna manera”.
“Se anuncia un acontecimiento de trascendencia internacional, la celebración en el puerto de Veracruz de la XXIV Cumbre Iberoamericana, en 2014. Foro que ha perdido en años recientes su brillo e importancia al estar ausentes la mitad de sus jefes de Estado, sobre todo en la última realizada en Panamá. En fin, todo sea para acrecer el camino hacia adelante, avanzar en la democracia y lograr el tan huidizo bien común”.
Esto se escribió aquí mismo, a fines de noviembre de 2013. Los Jardines Colgantes se están secando, los murales están siendo eliminados; falta saber que destino tendrá la horrorosa serpiente del Parque Juárez. Saque el lector sus propias conclusiones.
Y hablando de pronósticos, amargos, fatales y seguros, que nunca fallan, se confirma una vez más que la selección mexicana de futbol, con minúsculas,” jugó como nunca y perdió como siempre”. Pronósticos que, sin ser clarividentes ni aves de mal agüero, aquí mismo, otra vez, el 15 de junio pasado, antes de comenzar el Campeonato Mundial de Futbol, se escribió lo siguiente:
“Por lo pronto ya empezó el festejo mundial que se pronostica fugaz, efímero y lastimero para el equipo nacional. Para la selección mexicana de no muy buenos vaticinios, como siempre, pero que da motivo a palurdos que no se sabe si de verdad creen en un triunfo, o solamente aprovechan cualquier pretexto para disipar tristezas y malas épocas, engañándose conscientemente, a sabiendas de que su equipo solamente es instrumento comercial de los que si ganan aunque el equipo pierda: los grandes lobos de la TV y distribuidores de autos o fabricantes de cerveza y de camisetas verdes y la inefable FIFA; aficionados compendio y síntesis de simpleza colectiva muy merecidamente ordeñada”. Nuevamente amable lector encuentre sus propias conclusiones, después del último resultado de ayer domingo, no por sabido menos doloroso.