¡Les valió a los ladrones!
Salvador Muñoz
Cerca de las dos de la mañana, las torretas de dos patrullas iluminaban mi ventana, pero eso no fue lo que me despertó, sino la mujer que me decía que una vecina le comunicaba que había sido abierto un Monza verde, si sabía quién era el dueño. Me levanté y salí para encontrarme a la entrada de la cochera, a dos vecinos más y la puerta del copiloto del carro citado abierta. Al costado, cerca del contenedor de basura, un enorme botiquín que una de mis vecinas identificó de veterinario por la medicina que contenía así como un gato mecánico. Sí, sabía quién era la dueña de la unidad robada.
Tendrá como dos meses “o quizás menos, como tres”, que los ladrones de autos nos habían visitado y en esa ocasión se recuperó llantas de refacción y otras cosas… ahora, mientras esperábamos que bajara la dueña del carro, un policía recibía un mensaje: al otro lado de nuestro módulo, otra patrulla había detectado un vehículo más que había sido abierto a la fuerza.
II
Es curioso, pero antes de ir a “hacer la meme” de martes para miércoles, leía algunos datos que extendió el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública con números oficiales al 31 de Octubre del año 2017, donde nos presentan a Veracruz con los siguientes datos en delitos de alto impacto como es el homicidio doloso (lugar 14), extorsión (lugar 11) y secuestro (lugar 4) de acuerdo a la incidencia por cada 100 mil habitantes.
No puedo hablar del primero o tercer delito, pero sí del segundo. El intento de extorsión que he recibido ha sido por teléfono y fue “un sobrino” el que me llamó, pidiendo mi ayuda, pero como no sabía qué sobrino era, le tuve que preguntar si era Hugo, Paco o Luis (sin que yo sea Rico MacPato). Sólo esperé la respuesta para entonces colgar.
También puedo hablar del robo, donde mis vecinos han sido víctimas, no de ahora, no de siempre, sino de la circunstancia, o cuando sencillamente se le hinchan los tompiates a los cacos.
III
Una vecina me platica que decidió cambiar su ruta para irse a trabajar para no cruzar el parque de la zona que habitamos. La razón, dos veces asaltada. Haga cuentas, entra a trabajar a las 9 am; la hora del atraco bien pudo ser entre 8:15 y 8:30 de la mañana, aunque la experiencia que más me impresionó fue saber que uno de los robos que sufrió fue saliendo del edificio que habita.
Quizás entonces dé más vueltas el camión que toma para dirigirse a su trabajo, pero me dice que se siente más segura… bueno, no tanto… acabó por contarme que hace poco habían asaltado a dos jóvenes mientras esperaban el camión.
IV
Por la radio, el patrullero que nos acompaña en esta madrugada del miércoles, recibe un mensaje: el carro que abrieron del otro lado pertenece a un veterinario, es decir, tanto el botiquín como el gato ya tienen dueño. A la vecina del Monza sólo le sustrajeron el estéreo tras una acuciosa revisión en el interior como en la cajuela. ¿Cómo abrieron el carro? Doblando la puerta desde una esquina de la ventanilla.
Surgen dos personas en el otro estacionamiento. Se les cuestiona qué hacen y balbucean algo y empiezan a caminar hacia la avenida principal. Por uno de los callejones que se conforman entre edificios, sale un tipo con sudadera, gorra y con mochila. Igual se encamina hacia la avenida. Decidimos los vecinos enfilarnos cada quien a seguir “haciendo meme”.
V
Ya salió el sol y paseo con Nina. Azarosa en la forma en que decide sus vueltas, toma por uno de esos callejones que se conforman entre los edificios y en unas escalinatas, arrumbados, la carátula y un estéreo abandonados, precisamente por donde el sujeto de sudadera con gorra había salido.
Le tomo foto y la mando a la vecina: “¡Es mi estéreo!” Acordamos su devolución y encamino mis pasos con Nina rumbo a la casa. Parece que nuevamente dejamos sin “trofeos” a los cacos. Valió la pena la despertada en madrugada, y así voy con mis pensamientos, cuando justo enfrente de la casa, en el piso, hay los restos de lo que es conocido como “el clásico cristalazo”... el taxi del vecino, por enésima ocasión, había sido vandalizado.
No sé qué tanto sirva, pero pues ya metimos “solicitud” con el regidor Daniel Fernández Carrión, para ver si somos beneficiados con un paquete de videovigilancia; yo soy más de la idea de iluminación… me pregunta mi esposa si me siento “inseguro”... le digo que sólo cuando estoy en la calle y no precisamente por la delincuencia, sino por los conductores. En mi caso, temo más a un accidente que a un robo. Bueno, quizás si me asaltaran, mi percepción cambiara (toco madera). Recuerdo entonces los datos que extendió el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública. ¿Estamos mejor? Estadísticamente es posible que sí, pero lamentablemente el tema de la seguridad, en cualquier ámbito, local, estatal o nacional, dista mucho de estar resuelta, ¿mejoría? es posible, pero la percepción no ayuda mucho por mucho esfuerzo que se haga y no hablo del que hagan las autoridades, sino también del esfuerzo de la ciudadanía: el auto de mi vecina estaba a plena luz, al igual que el del vecino taxista, y eso les valió a los ladrones.