Salvador Muñoz
La pauta del PRI
Han de disculpar todos y cada uno de los amigos que me mandaron de un modo u otro, mensajes para que apoyara la petición esa de que los partidos políticos renuncien a sus prerrogativas para campaña, para que éstas se utilicen para apoyar a los damnificados víctimas de los recientes temblores en diversos puntos del país que van desde Chiapas, Oaxaca, Morelos, Puebla y Ciudad de México, entre otros… y digo que han de disculpar, porque no respondí a ninguno.
¿Por qué?
Hay algo que no me cuadra.
II
La mañana de ayer, despertaba con el anuncio que hizo el Senado de aportar 50 millones de pesos, de ninguna manera quiere decir que cada legislador haya dado un millón por cabeza, sino que son parte de los ahorros del presupuesto institucional del Senado y que han de llegar a un fideicomiso creado para la reconstrucción de viviendas donde ha de participar igual la Banca de Desarrollo. Los senadores por su parte, han de aportar lo que voluntariamente quieran y en donde quieran.
Ya casi para cerrar este jueves, el PRI tenía otra respuesta a esta petición que desde el pasado miércoles, era positiva. Salió el presidente del partido, Enrique Ochoa Reza y dijo que devolverán 258 millones de pesos para apoyar a los damnificados en ocho estados del País, que es un 25 por ciento del financiamiento que le corresponde, así que hagan sus cuentas.
III
Es seguro que este viernes, la respuesta del resto de los partidos, como son PAN, Morena, Nueva Alianza, PT, Movimiento Ciudadano y demás parásitos políticos que viven del financiamiento público, alcen la mano en aras de no quedarse atrás ante la opinión pública, aunque eso sí, tendrán que igualar el porcentaje que marcó el PRI, porque Morena, que había propuesto a través de su dueño Andrés Manuel López Obrador, donar un 20 por ciento, lo tendrá que subir al 25. Es más, si hubo un acuerdo previo en el INE de que ese era el porcentaje a entregar, pues todo indica que Enrique Ochoa aplicó un madruguete.
IV
Ahora, ya que andan calientitos, hay dos palabras que llaman la atención desde que salió a la luz pública esta petición a los partidos políticos: Financiamiento Público (FP).
La figura FP se refiere a los recursos o fondos que el Estado o el Gobierno entrega a los partidos en proporción de los votos obtenidos. ¿Y de dónde sale para los Partidos? Ah, pues de los contribuyentes, del pago de nuestros impuestos.
De aquí entonces surge la duda: ¿Por qué mantenemos a los partidos?
En otros países, Estados Unidos por ejemplo, los partidos se sostienen por Financiamiento Privado, es decir, cuántos amigos tienes, cuántos recursos tienes.
Citar “Financiamiento Privado” hace saltar a más de un puritano gritar: “¡dinero del narco!” o “¡lavado de dinero!”
Aunque también hay quienes piensan que algunos empresarios podrían inclinar su simpatía hacia algún partido, o mejor aún, hacia algún candidato, y apostar por él… o por dos… digo, hay quienes invierten para no perder.
V
Es más, ahora que la naturaleza calme sus ímpetus y el sosiego reine de nuevo en el corazón de los mexicanos y haya consuelo para quienes hayan sido víctimas de un modo u otro de los desastres naturales recientes, creo que la demanda justa de una sociedad que está hasta la madre de mantener partidos políticos, es que se retire el financiamiento público y entonces, cada quien se rasque con sus propias uñas.
Ojalá entonces los diputados se armen de valor y lleven a la tribuna una petición más: el retiro del financiamiento público. Digo, es cuestión de imaginar lo que con un mil millón de pesos que es lo que habría de recibir el PRI, se podría hacer no sólo en favor en este momento, de los damnificados, sino por la educación, por la salud, por mejores carreteras, por lo que usted quiera, menos para mantener partidos políticos.
Mientras, el mismo PRI da la pauta al devolver el 25 por ciento de sus prerrogativas para campaña, en aras de que el Financiamiento Público sea puesto en la mesa del debate… ¿qué partido se atrevería a vivir de las aportaciones de sus militantes, de los apoyos de algún empresario? en una de ésas, hasta se volverían más creativos al tener que trabajar para sobrevivir… recuerden, no hay mejor musa que el hambre, así sea ésta, el hambre por el poder.