Salvador Muñoz
Hijos de… PRIktón
Me gustan los cómics. Mis primeras lecturas se concentraron en Kalimán, gracias a la Tía Queta, que creo consideraba esta lectura buena por lo que reflejaba y transmitía el personaje. A Kalimán se le unieron Batú, El Llanero Solitario, toda la gama de Disney así como el Hombre Araña, los 4 Fantásticos y Supermán.
Kal-El, el Hijo de Kriptón o Supermán es un caso singular desde mi infancia… ¿Cómo diablos nadie se daba cuenta que era Supermán debajo de unos lentes? Es ahí que surge para mí, ¡el Síndrome de Clark Kent!
¿En qué consiste este síndrome? En nuestra negación a ver lo obvio… se lo explico con un buen ejemplo:
El diputado Sebastián Reyes Arellano deja el partido de Morena para pasarse al PAN…
El diputado Rodrigo García Escalante deja el partido Verde Ecologista para pasarse al PAN…
Hoy se habla de que el ex diputado federal y local, así como ex alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil, podría militar en las filas de Morena…
Y con la cantidad de ejemplos que podríamos citar, fácilmente poblaríamos la tierra con muchos hijos de su… Kriptón, planeta del que es originario Supermán.
Y se ha de preguntar: ¿en dónde canijos está el Síndrome de Clark Kent?
Ah, pues muy sencillo: La identidad secreta de Supermán es Clark Kent y para que no sea descubierto por la gente, sólo requiere ponerse unos lentes ¡y listo! Ni quien pueda identificarlo como Supermán.
(Si se dan cuenta, no es como los otros héroes donde la identidad secreta de Bruce Wayne es Batman; de Peter Parker es Spiderman; de Matt Murdock es Diabólico o DareDevil… pero eso es otro tema a platicar en otra ocasión)
Pues así más o menos nuestros políticos, que a cada rato con una facilidad increíble, sólo se ponen otra camiseta, otros colores, otras siglas, ¿y qué creen? ¡ya son otros!
Si usted piensa que son mala onda, gachos, culebrillas, tanto Supermán como nuestros políticos, que tratan como imbéciles a los terrícolas como a los ciudadanos, eso no es lo peor…
Lo peor es que los terrícolas se tragan el cuento de los lentes de Clark Kent, ¡vamos! Hasta Luisa Lane se lo traga... el cuento, el cuento. Cómo se nota que Supermán no conoció a la Mujer porque entonces sí, su doble identidad hubiera valido madres, pero les decía: Lo peor es que los ciudadanos creemos de verdad que los políticos se pasan al PRD, al PRI, al PAN o a Morena porque piensan en nosotros; creemos en que ellos, bajo otras siglas, harán mejor las cosas, serán más buenos, y lo más iluso: creemos que nos irá mejor a todos.
Y esperen… vienen elecciones y entonces veremos que esos personajes de nuestra política, que antes portaban con garbo sus trajes de colores, con los chones por encima de los pantalones, con todos los poderes del universo y promesas en sus manos, se han de poner unos lentes y empezarán a luchar por la justicia, desde otra trinchera, apostando a que si nos tragamos el cuento de que Supermán deja de ser tal, por ponerse unos lentes, cuantimás cualquier político que se cambia de partido…
Así que, señores, tanto Supermán como Clark Kent son ciencia ficción, y muchos de nuestros representantes populares política ficción. Ah, tampoco se ilusione mucho el priísta, porque recuerde que el planeta de origen de muchos de nuestros políticos puede que sea PRIktón… Sólo piense en Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Manuel Bartlett, Dante Delgado Rannauro o el mismo Miguel Ángel Yunes… ¡a luchar por la justicia!
¡Oootra vez por el IMSS!
Fui al médico porque dicen que ando “hiper-intenso” o “hiper-menso”… el médico me empieza a contar que se peleó con una paciente a la que le iba a tomar la presión… ¡Dios! ¿no se supone que el que cuenta las cuitas es el paciente? Total que me toma la presión y estoy a toda madre. El asunto no es ése. Llevo tres días checándome en la casa la presión con un aparato electrónico que nos vendieron como la octava maravilla del mundo (hacía mucho que no usaba esa frase) y me reporta que la tengo a punto de reventar.
Mientras esperamos el regreso del doctor con otro aparato para medir mi presión, porque el que usó la primera ocasión no lo convenció, le recuerdo a la Mujer que este jueves va a dar su cuarto informe Toño Benítez Lucho, el delegado del IMSS.
–¿Vas a ir?
–¡Es en Tuxpan!
–¿Por qué allá?
–A lo mejor va anunciar como bombo y platillo la construcción de una Unidad de Medicina Familiar...
La plática distrae un poco a la Mujer que anda toda acalambrada por el riesgo de que se vaya a convertir en la nueva versión de la Viuda Alegre (¿ya les dije que tengo sida y un coctel de enfermedades venéreas?*); la cuñada ya me regaña porque no cuido mi dieta; me empastillan quién sabe qué cosas que me marean y quizás por eso le echo un rollo mareador a la Mujer para distraerla: “Mira, dicen que esta unidad que van a hacer en Tuxpan atenderá a 56 mil afiliados al IMSS tanto del municipio como de otros colindantes… de seguro Enrique Peña Nieto lo va a citar en su informe y tú, mujer incrédula, que no crees en los logros de tu presidente… ahora sí, dijera Peña: en el IMSS están pasando cosas buenas”.
Nos reímos… hasta parece comercial… habrá que facturarlo.
Llega el doc con otro aparato para medir la presión. Infla el globito y estoy muy bien… o lo que es lo mismo: todo indica que Salvador (osease Yo) no sabe usar el pinche aparatito electrónico para la presión que tengo en casa y en quince días tengo que volver a la clínica del IMSS con mi tarea: ¡checarme durante dos semanas la presión! ¡Je! La mujer sale enojada porque el médico es medio mamila. Yo, la verdad, quiero saber si estoy bien de la presión porque si no muero de un ataque al corazón, me pegue un aneurisma o tenga una enfermedad renal crónica, mínimo, ¡me mata de hambre la Mujer con sus pinches dietas!
* Si se sabe el chiste, ¡ya fregó!
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