FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO
DESDE A JANELA
POR SUS CARRETERAS LOS CONOCERÉIS
Generalmente se piensa que para conocer las condiciones de una nación es necesario estudiar ya sea su sistema educativo o sus servicios de salud o bien sus instituciones en general, pero en esta ocasión quiero proponer un análisis de algo mucho más simple, ya que es algo que cualquiera lo puede observar a simple vista y a eso que me refiero es el estado de sus vialidades, tanto urbanas como interurbanas.
Toda vez que las vías de comunicación pueden parecer algo simple e incluso hasta secundario frente a los aspectos que mencioné al inicio del texto y sin embargo no lo son en lo absoluto, ya que hasta se dice (aunque no lo comparto del todo, ya que el hombre desde que está en la tierra ha precisado de comunicarse), que estamos en la era de la comunicación.
Y como la comunicación siempre ha sido necesaria, una de las obligaciones del Estado en cualquiera de sus modalidades ha sido el proporcionar las mejores vías de comunicación a sus súbditos y esto lo hemos visto a lo largo de los siglos y en donde siempre han sido mejores las de los países dominantes de la escena mundial frente a las de los que han sido inferiores.
De lo anterior tenemos como ejemplos las vías romanas o las de la antigua China, las cuales incluso hasta nuestros días perduran o en nuestro país tenemos desde los sacbés mayas o las calzadas aztecas y los caminos reales coloniales, los que al igual que las vías romanas en Europa, muchos de ellos hasta la fecha existen y son usados, ya sea adecuados como carreteras actuales o bien como caminos rurales.
Siendo su común denominador el que todos esos caminos fueron diseñados, construidos y mantenidos por los pueblos más avanzados del momento y en su época de esplendor se encontraban en óptimas condiciones; mientras que los pueblos más bárbaros disponían de caminos más defectuosos o ni siquiera contaban con caminos.
Pues bien, en la actualidad sigue sucediendo lo mismo, los países más avanzados cuentan con autopistas mucho más desarrolladas que los países más atrasados e incluso puedo afirmar que el desarrollo de un país se puede medir perfectamente por la calidad de sus vías de comunicación y así podemos ver que existen países como los Estados Unidos de América, Alemania, Japón, Corea del Sur, entre otros muchos que tienen vías de comunicación en perfecto estado y bien organizadas en vías principales, secundarias y terciarias de acuerdo a los fines que tengan; también vemos que existen países como el nuestro o como Brasil, Rusia, Colombia, Chile, que tenemos vías de comunicación más o menos organizadas y en regulares condiciones y por último vemos países como Bolivia, Nicaragua, Zambia y muchos más que a duras penas tienen una carretera principal, algunos caminos vecinales y muchas poblaciones incomunicadas.
Siendo ese indicador tan efectivo que también aplica para medir el nivel de desarrollo regional al interior de un mismo país, ya que en México podemos ver que existen estados con una excelente infraestructura carretera como los del centro del país, los del norte o los de la península de Yucatán mientras que también hay estados con caminos deficientes como Veracruz, Chiapas, Oaxaca, Guerrero y muchos más, los cuales están menos desarrollados que los ya mencionados.
Y aún esta manera de medir el desarrollo da para más, ya que con ver el estado de las calles y avenidas nos podemos hacer una idea de la condición de una ciudad, ya que las hay con rúas limpias y debidamente pintadas, así como urbes con arterias en total descuido como el caso de la capital veracruzana.
Pero no solo en la existencia y mantenimiento de las vías de comunicación vemos el nivel de un país, región o ciudad sino también lo vemos en la actitud que tienen los gobernantes respecto a la infraestructura de comunicaciones, ya que por una parte existen gobiernos en naciones del primer mundo, en las cuales escrupulosamente se destina un presupuesto a la creación y mantenimiento de sus vialidades y que hasta tienen normas muy precisas que regulan quien puede utilizarlas y quien no, de acuerdo a las especificaciones de cada camino; así como también hay países que están en vías de desarrollo que poco a poco se van volviendo más cuidadosos con sus redes carreteras pero que aún presentan grandes inconsistencias generalmente debido a la corrupción y opacidad en los recursos destinados a este fin y por último, existen países que de plano no tienen ni siquiera los recursos para mantener las pocas vías de comunicación que tienen ni mucho menos para construir nuevas y en donde todavía la corrupción es peor.
Y nosotros ¿en dónde nos encontramos?, la respuesta es fácil, como país nos encontramos en el segundo grupo de los mencionados, ya que tenemos una infraestructura carretera decente pero que a su vez refleja las desigualdades que existen en el país, debido a que tenemos desde carreteras de primer nivel hasta verdaderos pasos de yunta destinados para uso de los automóviles y así mismo tenemos que los mexicanos producimos suficiente dinero y el Estado lo recauda, para tener y mantener una red de vialidades de primer nivel y a la vez padecemos de una gran corrupción, la cual hace que ese dinero desaparezca y no sea posible siquiera el mantenimiento adecuado de las existentes y llegamos al absurdo de que se “caen” las obras nuevas.
Y de todos los funcionarios públicos que tenemos, quienes merecen una mención aparte por ser “caraduras” son los encargados de las comunicaciones y transportes en el país, vaya el solo ver el cinismo con el que actúa Ruíz Esparza ante el socavón de Morelos o ante el retraso del Tren de Toluca a México nos prueban lo dicho.
Siendo verdad que los que han estado a cargo de las comunicaciones en el país son los más expertos en buscar pretextos para justificar sus corruptelas, las cuales por cierto son muchas ya que tienen dos maneras para hacer sus tropelías, por un lado disponen de un amplio presupuesto para ejercer en obra pública y por otro tienen un enjambre de contratistas privados a quienes extorsionan al momento de decidir a quién adjudicar los contratos para crear o mantener las carreteras.
Ahora preguntémonos como estado, ¿en dónde se encuentra Veracruz?, la respuesta es que Veracruz se encuentra muy cerca de la cola del país y solo está por delante de algunos cuantos estados del pacífico sur, quedando muy rezagado del desarrollo nacional y lo anterior lo podemos sostener al ver las calles y carreteras de la entidad y contrastarlas con cualquiera de las del centro o del norte del país o también de la península de Yucatán; vaya solo hay que llegar a Alchichica para ver la diferencia de carreteras entre Puebla y Veracruz, ya que se verá que del lado jarocho la carretera es angosta, con baches y despintada, mientras que del lado poblano es una autopista de cuatro carriles con camellón y señalizaciones bien puestas; o sea que no necesitamos llegar a Tijuana o Matamoros sino que solo nos basta con llegar a Alchichica para ver vialidades de primera.
Pero qué nos han dicho siempre nuestros encargados de las comunicaciones, sean del partido que sea: que se debe a que Veracruz tiene una geografía difícil, por los ríos que pasan, por la pendiente y un sinfín de justificaciones; mismas que carecen de sustento, ya que si a esas vamos Tabasco está peor y sin embargo tiene mejores carreteras; lo dicho, los encargados de las vialidades son los más caraduras de todos los funcionarios públicos.
Y yéndonos a un nivel aún más local, ¿cómo se puede justificar que en Jalapa prevalezcan los baches y aún peor, las calles y avenidas ¡despintadas!?, no hay manera de hacerlo, ni mucho menos con llenar el centro de palitos; en verdad que más les valdría tanto al Alcalde como al Ayuntamiento en pleno el salir a la calle con el rostro cubierto con una bolsa de pan (como en un auto de fe) para expiar sus omisiones en lugar de pretender dejar un legado cosmético, ya que remozan, como pretendida ciudad medieval, tres cuadras en el centro y tienen en el abandono a todo el resto de la ciudad.
En fin, como hemos podido ver un verdadero indicador del nivel de desarrollo tanto de los países como de las regiones e incluso de las ciudades lo es su infraestructura vial y como fue titulada esta columna, con bastante razón podemos decir que “por sus caminos lo conoceréis”.
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