Salvador Muñoz
Caso Duarte: 3 no bastan
Presumía entre sus amigos de su afición por participar en maratones, en especial los celebrados en Estados Unidos. Me contaron que cuando iba a participar en el de Boston, tuvo una ligera lesión y le impidió asistir. En esos tiempos fue que ocurrió el atentado que dejó varios heridos. Hoy, en estos días, se ha de estar preparando, curioso, y no precisamente para un maratón, sino para confrontar lo que es su inminente desafuero… ¡o correr! Lo cierto es que la audiencia de ayer, celebrada en Guatemala, dejó al descubierto a algunos y permitió respirar a otros.
II
El maratonista al que me refiero es Tarek Abdala Saad, cuyo nombre salió ayer a relucir durante la lectura que un juez hiciera a Javier Duarte de Ochoa sobre los señalamientos que hacen las autoridades mexicanas en su contra.
Aunque ya no sabemos qué es peor, que te exhiban como parte de las transas que achacan a Javier Duarte de Ochoa ¡o por ineficiente! que no sé si en “chapín” así se diga, pero en “mexicano”, se les dice de otra forma. Como sea, esto dio lugar a que apareciera el nombre de otro personaje: Juan Manuel del Castillo.
El actual diputado local no se caracteriza por ser un tipo que guste del deporte pero sí de volar… bueno, baste recordar que su boda la celebró fuera de Veracruz pero eso no le impidió ser generoso con algunos de sus invitados para poner a su disposición aeronaves para su traslado. ¿Qué se quiere decir con esto? Bueno, que hay que ponerse abusados, porque si no corre ¡vuela!
III
En términos comunes, de acuerdo a lo expresado por ese juez de Guatemala, ¡Bermúdez “escupió” todo! Pero lo más interesante del asunto, es que mientras acá uno sigue tejiendo una red de corrupción tan extensa como la indignación de un pueblo, ahora resulta que aparte de Moisés Mansur, José Juan Janeyro, Rafael Gerardo Rosas Bocardo, Mario Rosales Mora y Javier Nava Soria (externos al Gabinetazo), sólo dos del equipo cercano al entonces Gobernador Duarte de Ochoa, sabían del teje y maneje para realizar diversas operaciones y “mover” recursos estatales y federales para “negocios personales”: Tarek y el Flaco del Castillo.
Entonces, el alma vuelve a la camada que se asienta en San Lázaro y en el Palacio de Encanto… bueno, hasta el momento, porque la especie de que le están pisando los talones a Adolfo Mota no deja de hacer ruido.
IV
Por el momento, el único que debe estar preocupado es Tarek Abdala, a quien se le cocina su desafuero y es posible que tras lo dado a conocer en Guatemala, la lógica sería que ello se precipitara, digo, con eso de que al presidente Enrique Peña Nieto le urge llevar justicia a los mexicanos… igual habrá que ver si en un arranque de ablución como el que tuvo con Javier Duarte de Ochoa, Enrique Ochoa Reza igual acelera la “expulsación” del iraquí del partidazo…
En el caso de Juan Manuel del Castillo, pues mientras las autoridades no lo reclamen, en este caso la PGR, pues puede disfrutar de su fuero.
Ahora, si siguen así las cosas, la pregunta cabe: ¿los veracruzanos se conformarán con Duarte, Tarek y el Flaco? ¡Claro que no! si nombres son los que nos sobran en la red de corrupción que alrededor de Javier Duarte de Ochoa nos han dado.
Tres nombres no bastan para una sociedad sedienta de justicia…