Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
La historia ha demostrado que ningún sistema de gobierno que se ha practicado es perfecto, todos son perfectibles, aunque unos lo son más que otros. La razón o razones pueden haber sido o son de diferente índole, desde las fallas que puede haber tenido o tiene en su diseño el sistema, hasta las fallas o errores de los que tienen la responsabilidad de ponerlos en práctica.
Lo anterior tiene relación con lo que está sucediendo aquí en el Estado de Veracruz en el aspecto de la seguridad. Pues es innegable que a partir del pasado mes de diciembre los índices de criminalidad han ido en aumento en forma alarmante.
Situación que es el comentario entre los diferentes sectores de la sociedad veracruzana y en forma especial en la jalapeña. Pues tanto en el sector comercial que es el que se ha visto más afectado, como entre los que somos ciudadanos de a pie, la situación es muy grave.
Independientemente de los elevados índices de delincuencia que a nivel estatal se dieron en toda la entidad durante los doce años anteriores, aquí en la capital, estos índices siempre se mantuvieron bajos, en comparación con el resto del territorio veracruzano. Situación que lamentablemente en la actualidad no es así, pues a diario tenemos conocimiento a través de los diferentes medios de comunicación, tanto impresos como electrónicos de personas desaparecidas, secuestradas y asesinadas. Independientemente de los asaltos con o sin violencia tanto a automovilistas, como negociaciones de todo tipo y dimensiones, como a casas habitación.
Por lo que el cuestionamiento puede ser ¿En dónde está la falla, si el tipo de gobierno es similar a los anteriores? Eso es totalmente cierto, estamos en este país y entidad federativa que estamos a punto de ser los “líderes en democracia de América Latina”. Una democracia, que está calificada con uno de los más altos índices de corrupción.
Corrupción que por lo prometido durante su campaña para obtener la gubernatura del Estado, Miguel Anguel Yunes Linares, se comprometió a erradicar, así como también a combatir a la delincuencia organizada. Pero, y aquí es en donde está el detalle -como decía el gran mimo mexicano Cantinflas- uno de los principales errores, además de ser el primero que comete la actual administración panista-perredista, ha sido el correr en forma masiva a los trabajadores al servicio del gobierno estatal, en forma tumultuaria. Ya que está actitud de parte de la administración azul-amarilla, no soluciona nada y sí crea graves problemas como los que ya estamos enfrentando aquí en Xalapa. Pues si la intención era desterrar del gobierno a todos los integrantes de la banda de la fidelidad, con correr y encarcelar a los primeros y mandos medios de las dos administraciones anteriores era lo indicado. Pues la burocracia nunca estuvo en posición de tomar decisiones. Y desgraciadamente ahora a muchos de estos “servidores públicos” fieles los estamos viendo en algunos cargos en la actual administración y los principales “operadores de la fidelidad” están protegidos por el llamado fuero, en posiciones de elección popular de nivel federal y local, pareciendo hasta el momento intocables.
Pero el asunto grave que nos interesa abordar, es el de la inseguridad en Xalapa, el cual sin lugar a dudas se debe a la falta de empleo en la región que viene de tiempo atrás, el cual genera delincuencia, por lo que la medida de correr masivamente a los trabajadores del gobierno estatal, a partir del pasado mes de diciembre, lo único que logró fue el incremento en esta actividad que ahora todos estamos padeciendo. Error que se debe corregir a la brevedad, en los casos que aún se pueda hacer. Hasta el lunes. [email protected] (Fech. Púb. Vier. 17-febrero-17)