Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
A dos meses de estar desempeñando el cargo de gobernador del Estado de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, el balance que se tiene, aunque no es de muchos logros por el corto tiempo que son 60 días, tampoco se puede calificar de decepcionante.
Aunque las promesas de campaña que más llamaron la atención a los electores y que seguramente le dieron un gran número de sufragios, hasta el momento no se han cumplido como el meter a la cárcel a los corruptos -entiéndase Javier Duarte de Ochoa y sus cómplices- debido a que en este país la aplicación de las leyes es lo más tardado que conocemos, pero eso por el momento no quiere decir que no se vaya a lograr.
Desde el primer día de su administración las cosas empezaron a cambiar en casi todos aspectos, principalmente en esta ciudad por lo que corresponde a las marchas y plantones de trabajadores del gobierno estatal, empresarios y estudiantes de todos los niveles, hasta de alcaldes de los municipios veracruzanos. Pues de esa fecha a la actualidad, por lo menos aquí en Xalapa ya no se han dado. Siguiendo con el despido masivo de integrantes de la gruesa burocracia estatal, en forma por demás arbitraria, aduciendo que esta acción era necesaria por el ahorro que se tiene que hacer si se desea enderezar la economía del saqueado gobierno veracruzano. Lo que de alguna manera es cierto, pero también lo es, y puede ser que aporte una solución mayor a enderezar la economía estatal, el acabar con todos los gastos superfluos como el pago de gasolinas a los autos particulares de los servidores públicos de los diferentes niveles, de guaruras a los que no tienen derecho en la mayoría de los casos, celulares, y la contratación de algunos “cuates” que no saben hacer nada, pero como “trabajaron durante la campaña” ya se ganaron un jugoso cargo y otros gastitos más. Pero en donde sí se podría tener un abultado ahorro, es no solamente en pagar salarios más reales y adecuados a la situación de este país y entidad federativa, a los servidores públicos de los primeros niveles del gobierno y no lo que se les paga. Aunque lo realmente importante si se quiere lograr un fuerte ahorro, está en la desaparición de las famosas y fantasmales compensaciones, las cuales en la mayoría de los casos triplican o más los sueldos nominales de los servidores públicos estatales.
Por el momento lo que está causando un gran malestar entre la población veracruzana, no es solamente el despido masivo de empleados estatales, sino que en lugar de que estas plazas desaparezcan, como debe ser, si se tiene el deseo de ahorrar, pero todo indica que no, pues se están ocupando con otras personas que están llegando a aprender, lo que causará más gastos y en algunos casos, son poblanos.
Por el momento lo que todos están aplaudiendo es sin lugar a dudas las acciones de recuperación - de bienes inmuebles, muebles y efectivo- de una mínima, pero mínima parte de lo que presuntamente se robó el ex gobernador Duarte de Ochoa, y que las investigaciones al respecto continúan. Así como también lo relativo al legislador federal Tarek Abdalá. Pero falta aún por hacer, ya que lo importante para que se vea y sienta que se terminó con la impunidad, es desaforar y poner en el lugar - Pacho Viejo- en donde deben estar, algunos de los legisladores locales y federales veracruzanos, así como algunos ex servidores públicos de primer nivel. Claro que aún queda tiempo, pero no mucho, solo 22 meses. Hasta el viernes. [email protected] (Fech. Púb. Miér. 1-febrero-17)