Salvador Muñoz
¿Realmente a quién beneficia la disolución de una alianza PAN-PRD en el Estado de México y Coahuila?
En una acción reflejo pudiera responder al botepronto que quizás, en el Estado de México, a Eruviel Ávila, así como a Alfredo del Mazo, si eligen como candidato al diputado federal con licencia, y concluyendo con el presidente Enrique Peña Nieto, por ser su terruño. ¡Ojo! El Estado de México es de los pocos que no conoce la alternancia al igual que Coahuila.
Cuando se cita Coahuila, es inevitable compararlo con Veracruz, porque si bien en nuestra entidad el poder ejecutivo pasó del padre al hijo putativo, en la entidad norteña pasó de hermano a hermano, agregando a que en ambos estados la sombra de empresas fantasmas ronda sobre dos ex gobernadores, uno, quitado de la pena; el otro, como alma en pena. Ah, y habría que sumar que los ex mandatarios, tanto de Veracruz como de Coahuila, fueron inventores o creadores de partidos u organizaciones a su servicio… acá, se habla del desaparecido PRV, AVE y el cardenismo, pero en Coahuila se habla hasta de seis partidos políticos locales.
Luego entonces, si PAN-PRD concluyen en una No Alianza, los Moreira serán los beneficiados… ¡ni el PRI!
Mientras, en Nayarit, donde aún se mantiene prendida la vela de la alianza PAN con PRD, PT y PES, en espera de echar abajo de nuevo al PRI como en 1999, pero sólo un sexenio les duró el gusto, pues desde 2005, el PRI mantiene el poder y si va el senador Manuel Cota, esperan prolongarlo.
II
Acá en Veracruz, la fecha para registrar la alianza ante el OPLE es este 5 de febrero. Hablar de la alianza del PRI con PVEM y los que se le junten, está de más… de acuerdo a los pronósticos, difícilmente ha de mantener los ayuntamientos que están en su poder.
Por eso, acá el asunto es la alianza PAN-PRD.
Al parecer, hasta el momento, todo va viento en popa… a riesgo de que se vaya a pique. ¿La razón? Corre el rumor de que en el Sol Azteca están demandando irse en un 50/50 de candidatos lo que ya ha originado una cierta molestia al interior del PAN porque si bien, ya cedieron (hasta el momento) para que el PRD elija candidatos en algunos municipios clave, como son Xalapa, Coatza y Poza Rica, aduciendo que éstos son de izquierda, lo cierto es que Acción Nacional está viendo que muy caro le están saliendo los 167 mil votos que aportó su aliado en el pasado proceso electoral.
¿Por qué el PRD demanda 50/50? Fácil. Al diluirse la alianza en el Estado de México se tiene la percepción de que el número de votos a favor del Sol Azteca se venga más abajo y en Coahuila, con tanto partido, se disperse o pulverice el voto, lo que menguaría más al PRD.
En Veracruz, si no mal recuerdo, el PRD, a pesar de ser parte del Gobierno, ocupa el cuarto lugar. Sí, hay otros partidos por debajo de él, pero el asunto es que ya fue rebasado por otra izquierda que amenaza con seguir creciendo, si no en este proceso, en el siguiente: Morena.
Pensar que el PRD no alcance el 3% que la Ley le demanda para mantener su registro, sería muy aventurado, pero si en estas próximas elecciones no logra al menos colarse en el tercer lugar en votos, quizás daría lugar a que el PAN piense en el 2018, irse por la libre… si no es que lo hace antes… 50/50 de candidatos les sigue pareciendo una exageración.
III
Por favor, esto es sólo un escenario que el único requisito es imaginarlo… es claro que para el PAN (que no para Yunes) los 167 mil votos son muy caros con su demanda de 50/50 y bueno, tienen hasta el 5 de febrero para analizar si cada quien se rasca con sus propias uñas bajo una premisa simple: ¿el PAN, por separado, solo, podría enfrentarse a un PRI, al que identifican con Javier Duarte de Ochoa? ¿el PRD igual?
Bueno, eso no es todo. Se insiste: los pronósticos no levantan al PRI al menos en estos próximos comicios ni en los siguientes. Pero imaginen que el PAN demostrara que está más que nunca posicionado como partido en este 2017… ¿veríamos entonces a Miguel Ángel Yunes Márquez como candidato al 2018… o a un panista de cepa, como Julen Rementería?
Bueno, al tiempo… que ya falta poco. Que el 5 de febrero nos digan el PAN y el PRD de qué tamaño son cada uno… a menos que el rival a vencer ya no sea el PRI, sino Morena.
