Pepe Valencia
He entrevistado a ciudadanos de varios municipios del estado y la mayoría coincide en que votarán por la persona y no necesariamente por el partido. Esto no significa que los candidatos independientes lleven ventaja.
Un ingrediente que se acentuará en las elecciones de este año es la escasez de recursos. No habrá coacción ni compra del voto. Esto quiere decir que la competencia se empareja un poco.
El PRI, por ejemplo, no contará con las carretadas de dinero que en otras épocas le permitían arrasar, o arrebatar, en las urnas con casi carro completo.
Ahora el poder público en Veracruz lo poseen PAN y PRD. Ello no implica que podrán pasar con facilidad por encima de la voluntad popular.
Un ciudadano honorable postulado por un partido pequeño, si lleva a cabo una penetrante campaña, que convenza a los votantes, será candidato competitivo y con relativas probabilidades de triunfo.
En cambio, un político desprestigiado o de esos muy desgastados por ser de los mismos de siempre, como si no hubiera más, aunque vaya por un partido de los llamados fuertes, acaso reciba rotundo revés y pierda la elección.
Hasta los independientes serían opción en ciertos casos.
Invito a los veracruzanos en general y a los xalapeños en particular a dar una lección en la venidera elección. No nos dejemos engañar, ni por populistas o demagogos, ni por mentirosos compulsivos, capaces de ofrecer las más fantasiosas utopías con tal de conquistar el poder y tan pronto se instalan en el cargo voltean la espalda al electorado que los entronizó.
Hemos visto mil casos así. Prometen acabar con los gasolinazos y miren lo sucedido con los precios de combustibles en el ámbito nacional.
A nivel del estado, juran que no despedirán empleados y lo primero que hacen es lanzarlos a la calle de manera humillante, tratándolos como si fuesen delincuentes.
Fijémonos y elaboremos planillas atractivas, con mujeres y hombres, jóvenes y experimentados, preparados y entusiastas, con vocación de servicio. Los hay y sólo esperan la oportunidad de participar.
También invito a todos los que anhelen servir a su municipio, para que levanten la mano y la voz, que griten: ¡aquí estoy! Luchen por ser candidatos, pidan el voto para presidente municipal, síndico o regidor.
Es tiempo de que el pueblo tome el poder.
Si algún partido político los abandera, qué bien. Y si no, vayan por la vía libre, independiente.