23 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

Columna Casa Veracruz - Una apuesta segura

Por Karime Macías Tubilla

En la foto de portada del informe sobre la maternidad adolescente que publica Naciones Unidas para el 2013, vemos a una niña no mayor de 13 años con enormes ojos cafés, sus ropas bordadas en colores vivos, lleva en la nariz un arete que es costumbre de la etnia africana a la que pertenece y en los brazos tiene más de cien pulseras y un bebé de un año de edad.


“Pero eso es en África, Karime” -me pueden todos decir.

En la sala de maternidad del Hospital de Tarimoya de Veracruz casi todas las camas están ocupadas por mujeres-niñas menores de 20 años. De los 141,677 embarazos que hubo en nuestro estado el año pasado, 34,002 fueron de madres adolescentes, el 24%.

Para la gran mayoría de adolescentes menores de 18 años, y especialmente para las niñas menores de 15 años, el embarazo no es el resultado de una decisión deliberada. Por el contrario, esos embarazos son generalmente el resultado de la ausencia de decisiones.

Una aproximación “ecológica” al tema toma en cuenta la totalidad de las complejas circunstancias que envuelven un embarazo adolescente: normas y actitudes de la comunidad, falta de información y educación sexual apropiada, deserción escolar temprana, desintegración familiar, leyes que permiten el matrimonio temprano, por mencionar algunas.

Estamos actuando al respecto. El 3 de febrero de este año, a propuesta del Gobernador, se reformó el artículo 86 del Código Civil del estado de Veracruz para elevar la edad legal para contraer matrimonio. A partir de esta fecha la edad mínima es de 18 años y no de 16 como antes se permitía.

Asimismo, el programa “Plan de vida” que llevamos en DIF Estatal lleva pláticas a adolescentes con el objetivo que enfocarlos en sus metas y en fortalecer sus decisiones de vida. De tal forma que decidan a qué edad les conviene tener un hijo, de acuerdo a sus metas. Casi 82 mil adolescentes tienen ya por escrito el camino que quieren que sus vidas sigan.

Estoy convencida que el mejor método anticonceptivo es la educación. A mayor grado académico, mayor es la edad en la que una mujer se embaraza y mayor es la expectativa de sus hijos de salir adelante.

Este nuevo mundo que nos está tocando vivir requiere del esfuerzo y la colaboración de todos.

Estamos haciendo la parte que nos corresponde desde Gobierno, ¿nos ayuda cada uno en sus casas?

Sí podemos cambiar el mundo, pero no podemos cambiarlo solos