Por: Mario Javier Sánchez de la Torre.
Independientemente de las noticias negativas con las que está iniciando este año 2017, como son: el alza indiscriminada a los costos de las gasolinas, el aumento a las tarifas de luz, al precio del gas doméstico y el burlón aumento al salario mínimo o salario de miseria que autorizaron autoridades gubernamentales y la cúpula de la iniciativa privada del país, el pasado 3 del mes en curso inició una etapa más del proceso electoral 2016 – 2017.
Proceso que por lo que corresponde a esta entidad, es para renovar los ayuntamientos de los 212 municipios veracruzanos. Ejercicio político de gran importancia pues de cómo se den los resultados de esta elección, depende en mucho la que se efectuará en el próximo año 2018, cuando se vaya a renovar el Poder Ejecutivo del Estado de Veracruz. El que será nuevamente de seis años.
Es por ello la importancia del citado proceso. Y por tanto también deberá ser muy cuidadosa la elección de los candidatos que escoja cada partido político que participe en la elección. Selección que inició el día de ayer, martes 3 de enero, según lo indica el Código Electoral de Veracruz, en su artículo 59.
Desgraciadamente en este momento la clase política mexicana está muy desprestigiada y en especial la mayor parte de ésta, en este saqueado Estado de Veracruz, lo cual sin lugar a dudas se debe a los doce años que corrupción e impunidad que se vivieron aquí y que hasta el momento, aún se tiene la esperanza de que a partir del pasado uno de diciembre del 2016 haya llegado a su fin.
Por lo que para lograr este importante objetivo, qué se tiene que hacer. Las acciones aunque parecen simples lamentablemente no lo son, pues poder seleccionar entre miles de aspirantes a aquellos que no solamente reúnan los requisitos legales que las convocatorias y legislaciones respectivas soliciten, no es suficiente. Ya que lo más importante si realmente se tiene la intención de que todo esto cambié, se necesita encontrar a personas que tengan por una parte la camiseta del partido bien puesta, que tengan convicciones partidistas y por otra parte, que sean ciudadanos honorables, en otras palabras decentes y tengan liderazgo en su comunidad, en su municipio. Además que de preferencia, tengan alguna experiencia en administrar bienes y servicios. Todo lo citado permeado de una ética en cuanto a su actividad profesional, pues si su trabajo le llevan a cabo dentro de éste parámetro, seguramente de llegar a algún cargo de elección popular, se comportarán así, con ética.
Es fácil escribirlo, pero poder llevarlo a cabo seguramente no. Pues lamentablemente como indicamos al inicio de la presente el medio político nacional y estatal está muy deteriorado y por tanto desprestigiado, pues gran parte de sus integrantes, carecen de convicciones y de ética.
La tarea a partir de ayer para los dirigentes de los partidos políticos con registro ante el OPLE en esta entidad, ya inició, y no está nada fácil. Hasta el viernes. [email protected] (Fech. Púb. Miér. 4-enero-17)