Pepe Valencia
La mayoría de los políticos reaccionan de las maneras más disímbolas y extrañas para el común de los mortales. En entrevista realizada la semana pasada al doctor en economía Lino Perea Flores, panista para más señas, me confirmó que inversionistas privados están dispuestos a financiar la autopista Xalapa-Córdoba y podrían iniciar su construcción mañana mismo si el gobierno diera luz verde.
Desde hace años se ha anunciado una y otra vez esta importante vía y siempre queda en promesa de gobernadores. Ahí están el proyecto y el dinero. Hasta ahora, por burocratismo o intereses personales de servidores públicos, no se ha ejecutado esta magna obra.
Al propio Lino Perea le pregunté también qué ha pasado con los 7 macro-proyectos para Xalapa y la región, entre los que se incluye un teleférico en Xalapa. Es un caso similar al de la carretera Xalapa-Córdoba. Está frenado por la simple razón de que los funcionarios se arrojan la pelota unos a otros. Dicen sí, pero no cuándo.
Son inversiones de más de 3 mil millones de dólares en su etapa inicial. Generarían miles de empleos en la región y atraerían turismo nacional y extranjero.
Si el gobierno no tiene dinero, por qué no tomar la palabra a empresarios dispuestos a invertir y que sólo requieren facilidades y garantías de seguridad.
Por ejemplo, el ingeniero Héctor Sandoval Quezada tiene todo listo para arrancar la construcción de la autopista. Otros empresarios también están decididos a invertir lo necesario en los macro-proyectos.
Alcaldes de municipios circunvecinos y el de Xalapa, Américo Zúñiga, los ven viables, según Lino Perea. Algo falta para detonar estos ambiciosos megaproyectos.
En lo que se refiere al funicular de Xalapa, en lo personal he contactado a magnates mexicanos y españoles, que saben del tema y hasta participarían si se les invitara. En Madrid existe un gran teleférico. También en Medellín, Colombia, y en ciudades de nuestro país.
Xalapa podría contar con su propio teleférico, que no sólo sería el atractivo turístico emblemático de esta capital, sino que serviría para aliviar el problema del transporte urbano.
El tema lo abordé con el empresario xalapeño Nicanor Moreira y coincidimos en que es una obra que se puede llevar a cabo.
Ahí se lo dejamos a las actuales autoridades municipales y estatales y a candidatos que aspiran al gobierno.
Si no hay lana, porque políticos del pasado se la robaron, una solución es la inversión privada, señores.