Arturo Reyes Isidoro
No quita el dedo del renglón. El gobernador electo hasta hoy, mañana constitucional, Miguel Ángel Yunes Linares, reiteró ayer que está a sólo unas horas de dar a conocer una noticia que hará cimbrar a México.
Se lo dijo en declaración matutina a Adela Micha. Lo anunció por primera vez el mes pasado. Carlos Loret de Mola quiso sacarle un adelanto pero no lo logró.
“En este país estamos acostumbrados a las malas nuevas, pero les aseguro que no se trata de otras que desanimen a la ciudadanía”, manifestó.
Si va a impactar al país y no sólo al Estado, debe ser algo verdaderamente relevante, algo que se traduzca en una buena noticia para los mexicanos, por la connotación y el impacto que tenga, que no necesariamente sea buena para la clase gobernante priista de México.
Con certeza sólo él sabe de qué se trata. Me atrevo a imaginar qué puede ser o con qué tema tiene que ver, que si por ahí va no sólo cimbraría al país sino que podría marcar el inicio de un cambio profundo en México.
Tendría que ver con la confesión videograbada del empresario Moisés Mansur Cysneiros, amigo y prestanombre de Javier Duarte, revelación que habría hecho a Yunes Linares, de la cual dio un adelanto Loret en su noticiario “Despierta” de Televisa el pasado 17 de octubre.
En aquella fecha, lo más que se supo fue que Mansur le había dado una tarjeta de crédito a Karime Macías Tubilla de Duarte, cuyos gastos pagaba, además de que aceptó, se supone que con tal de que le permitieran huir, ser prestanombre del entonces gobernador de Veracruz, a quien en septiembre de 2006 le había heredado su cuantiosa fortuna, no obstante que él es tres años menor de edad que el exregordete gobernador con licencia hasta hoy, o sea que el orden biológico-cronológico haría suponer que éste fallecería primero y no al revés.
¿Pero qué más dijo el empresario cordobés? Ha trascendido que su declaración-revelación, que fue grabada no se sabe si con su consentimiento, fue amplia y con detalles, y que si bien todo lo que involucra a Duarte y sus cómplices se entregó a las autoridades como prueba y para obligarlas a actuar, lo que llevó incluso a que lo obligaran a solicitar licencia, cabría suponer que hay otra parte que se reservó el entrante gobernador de Veracruz, que contiene una verdadera bomba.
Y la bomba tendría que ver con actos de corrupción a gran escala, que trasciende a personajes de Veracruz, que implicaría a políticos de renombre y que desnudaría por primera vez, con el testimonio directo de un operador, a todo un sistema corrupto, noticia que escandalizaría a la opinión pública nacional y que daría pie para iniciar el desmantelamiento de un régimen que ha permitido y llevado la corrupción hasta sus últimas consecuencias.
Pero es sólo una posibilidad de que así sea porque, insisto, la verdad sólo la sabe Yunes Linares. Pero esperamos que la noticia nos cimbre para bien. Hay que estar atentos a lo que anuncie el nuevo gobernador.
Por lo pronto, ayer se agenció un buen tanto más cuando como resultado de sus denuncias formales logró que la Secretaría de Hacienda y la PGR recuperaran para el patrimonio de Veracruz 421 millones de pesos que se habían pagado a empresas en operaciones ilegales.
“En el desarrollo de estas investigaciones la información proporcionada por el gobierno electo en Veracruz fue relevante”, se destacó, lo que no deja dudas del papel que está jugando Yunes Linares, quien por ese motivo tuiteó: “Recuperamos 450 mdp robados por Javier Duarte. Agradezco la intervención de la PGR. El trabajo coordinado ya dio los primeros frutos”.
Lo de inmediato deseable es que todos quienes robaron devuelvan lo que se llevaron, porque Veracruz necesita los recursos. Quizás lo hagan con tal de no sufrir penas severas. Pero que devuelvan.
El nuevo Fiscal
Las Secretarías de Finanzas y Planeación y la de Seguridad Pública, los dos pilares básicos del Gobierno del Estado, son dependencias bajo la tutela del gobernador.
Son el brazo económico y el del orden legal, respectivamente, y hasta el gobierno que está por salir había otra institución clave: la del brazo político, el PRI, aunque no reconocida legalmente en el organigrama oficial.
El control de las dos primeras, pues, por derecho lo tiene Miguel Ángel Yunes Linares, pero por la circunstancia del momento que vive Veracruz, ahora la tercera en lugar del PRI es la Fiscalía General del Estado, en apariencia un organismo autónomo.
Aunque se cumplan las formas y se cuide todo el aspecto legal, para nadie es ajeno que la Fiscalía, su titular, habrá de actuar en correspondencia con los intereses o los propósitos del Ejecutivo del Estado.
Por las “buenas”, se va el hasta hoy fiscal Luis Ángel Bravo Contreras. Antes de que lo “fueran”, presuntamente decidió renunciar voluntariamente al cargo, al que, sin embargo, apenas semanas atrás se aferraba.
Por más declaraciones que ha hecho tratando de justificar su mala actuación, o su inacción, porque se sometió incondicionalmente al gobernador Javier Duarte, quien lo impuso en el cargo, una investigación a fondo le impondría responsabilidad legal por no haber actuado en el caso de muchas denuncias, incluidas las que hizo el a partir de esta media noche Gobernador Constitucional.
Salvo que surgiera algún inconveniente, el primer paso para proyectar a su sucesor, se ha dado ya. Jorge Winckler Ortiz fue investido como visitador general y enseguida se determinó que quedará como encargado en tanto la Legislatura formaliza su nombramiento. Sólo es cuestión de trámite y de forma.
Allegado a la familia Yunes Linares-Márquez, el virtual nuevo Fiscal saltó a la fama o se hizo más conocido cuando asumió y llevó la defensa de la hoy diputada local, compañera periodista María Josefina “Maryjose” Gamboa Torales, víctima de la represión y del abuso de poder del gobierno de Javier Duarte.
Logró liberarla contra el intento del propio Duarte y del fiscal Bravo Contreras quienes le imputaban todas las agravantes y que la condenaran a 15 años de prisión para que no saliera de la cárcel, cuando el caso, en su justa dimensión, permitía el derecho a fianza y por lo tanto la defensa en libertad, lo que el juez quinto de Primera Instancia del distrito judicial de Veracruz le permitió.
Ése es Winckler, pues, quien, no me cabe duda, abrirá y activará todas las denuncias en contra de los duartistas que abusaron del poder, pero también en contra de muchas personas, muchos de ellos empresarios o prestanombres que se hicieron pasar como empresarios constructores para hacer negocios fraudulentos en perjuicio de las finanzas del Estado.
Cuando el nuevo Fiscal destape toda la cloaca sabremos el tamaño de la impunidad que permitió Bravo Contreras y cuántos y quiénes están involucrados en casos de corrupción.
Los veracruzanos quieren que se les haga justicia. Que paguen quienes los dañaron desviando, robando los recursos con los que les debieron haber dado obras y servicios. El nuevo Fiscal va a actuar sin ninguna consideración.
Se va a encontrar, por ejemplo, con las denuncias tanto de la Contraloría General del Estado como del Orfis, con las que interpuso el entonces Secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Gerardo Buganza Salmerón, así como el propio Yunes Linares, y los presuntos involucrados en actos ilícitos son muchos.
Pero faltarían los resultados de las auditorías que se realizan con motivo de la entrega recepción para saber si hay más casos que investigar y castigar.
Lo que se espera ahora es una actuación con estricto apego al derecho.
Denigrante y vergonzoso papel
Los reporteros que cubren la fuente de la Legislatura constataron ayer la falta de respeto para su investidura, para la institución y para la Secretaria de Finanzas, Clementina Guerrero, del diputado plurinominal perredista, Sergio Rodríguez Cortés, quien ayer llegó por la mañana a la comparecencia de la funcionaria, para encabezar la sesión en su calidad de presidente de la Comisión de Hacienda del Estado, en completo estado de ebriedad. Y pensar que esos son los que representan el cambio.
Tomás se defiende
Ante la insistencia del Tribunal de lo Contencioso Administrativo por destituirlo por no pagar a una empresa casi 7 millones de pesos, aunque le queda sólo hasta hoy en el cargo como Secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González aseguró ayer que no cederá a chantajes ya que le quisieron bajar una lana para archivar el asunto.
Tomás insiste en que la empresa Construcciones, Puentes y Asfaltos S.A. de C.V., representada por Héctor Hugo Vásquez Reyes, no cumplió con los requerimientos de calidad de la primera parte del bulevar Córdoba Fortín, además que esa empresa y su representante legal ya tienen denuncias legales, éste por el delito de falsificación de firmas. De todos modos ya entrega hoy el cargo.