Agustín Contreras Stein.
Y SE LLEGO la fecha.
El gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, hizo llegar al congreso local, el sexto informe de gobierno, cumpliendo, en su carácter de depositario del Poder Ejecutivo de Veracruz, con la disposición contenida en la fracción XXI, del artículo cuarenta y nueve constitucional.
Cumple, de esta manera, al pie de la letra con la obligación que en este momento le exige la constitución, pero a sabiendas de que no es su total responsabilidad por cuanto al contenido del documento oficial.
El informe, vacío por cuanto se refiere a las acciones gubernamentales, no dice nada a los legisladores, ni tampoco, como consecuencia, a los propios veracruzanos.
En Veracruz, no se hizo nada, ni siquiera en el conjunto de los seis años de gobierno, pues todo estuvo encaminado a ejercer el poder político para el propio beneficio personal del Gobernador, con licencia, Javier Duarte de Ochoa, así como de una serie de amigos, familiares, cercanos colaboradores y hasta extraños políticos que se dieron a la tarea de endulzarle el oído en su calidad de asesores personales.
El documento entregado por el ahora Gobernador interino, quien suple la ausencia definitiva de Duarte de Ochoa, por el periodo definitivo de cuarenta y ocho días, es, prácticamente, un resumen del tiempo gubernamental del pasado, pues no hay nada que sustente el documento ni mucho menos las obras sociales que en determinado momento, ofreció llevar a cabo el fugado Gobernador.
Ante este panorama, el mismo Gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, se ha deslindado totalmente de quien desgobernara a la entidad, dando a conocer, que si alguna vez, Duarte de Ochoa, fue considerado su amigo, a partir de esta fecha, ya no lo es, sencillamente, por la razón de que fue engañado por el mismo al momento de tomar la decisión de tomar el mando constitucional del gobierno de Veracruz.
Una tristeza que el sexto informe de gobierno, sirva, más que nada, para hacer una evaluación del daño generado al patrimonio del Estado, y no ser considerado por las acciones positivas que pudieron darle el respaldo como un Gobernador que la historia política de Veracruz, lo reconociera.
Duarte de Ochoa, vive al momento de concluir su gobierno, con la entrega del sexto informe de gobierno, un verdadero infierno interior que, seguramente, no le deja dormir, porque hasta el más feroz delincuente, llega, en su momento, a sentir necesidad de que alguien lo considere, le de consuelo o sencillamente, le ayude a sortear los momentos más cruciales de su vida.
Lo que en otros años, la entrega del informe gubernamental, se convertía en una fiesta cívica y política, ahora es, solamente, un rutinario acto de responsabilidad constitucional, pero que ya no tiene ni el mínimo detalle de lo que fueron los grandes momentos de los titulares del Ejecutivo, que bien sabían que entregar in informe de gobierno, era el cumplimiento de su deber, pero también, la respuesta efectiva a las demandas populares.
Nada de eso, ha quedado. Solamente, se cumple con el frío protocolo oficial de la entrega de un documento vacío, que no tiene nada y que representa, en cambio, una prueba más de que nunca importó para Javier Duarte de Ochoa, y sus secuaces, lo que pudiera suceder con Veracruz.
Y nada hay que hacer, más que esperar que en los días que vienen, posteriores a la toma de protesta del nuevo Gobernador del Estado, las autoridades federales y locales, cumplan con la ejecución de las ordenes de aprehensión que ya están giradas para el Gobernador, con licencia, así como para todos aquellos que se han visto involucrados por los hechos bochornosos que lastiman desde hace tiempo, al pueblo veracruzano.
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LIBERADOS PALACIO de Gobierno y Casa Veracruz, sedes del gobierno del Estado, para los efectos de administración y gobierno, se reinicia el proceso de entrega-recepción al gobierno entrante de todos los activos que forman parte del patrimonio del Estado.
De esta manera, el gobierno que encabezará Miguel Ángel Yunes Linares, tomará posesión de los bienes y se dispondrá, desde luego, a continuar el rescate de Veracruz, después de la debacle producida por el gobierno que se va.
Corresponderá, como lo ha prometido el nuevo gobernante, hacer valer la ley y perseguir a los responsables del saqueo, con la finalidad de hacer que se devuelvan los miles de millones de pesos que se ha llevado del erario estatal.
Y tendrá que hacerlo el futuro gobernante desde el ámbito local, porque en la federación, no hay, hasta estos momentos los indicios de que quiera actuar frente a los hechos señalados oportunamente y con pruebas contundentes de que se ha llevado a cabo el desvío de recursos más grande la historia de Veracruz.
Como parte integrante de la federación, Veracruz, reclama la intervención de la federación, pero hasta este momento, no se ha dado la respuesta que se requiere, por lo que se espera, que el motivo de la inactividad en contra de Javier Duarte de Ochoa, se deba al estado jurídico del casi Ex gobernador del Estado, porque no ha bastado para los veracruzanos, en general, que se hayan dictado instrucciones de aprehensión y con una recompensa de quince millones, pues los afectados, que son los mismos ciudadanos de toda la entidad veracruzana, estarían dispuestos a delatarlo por el solo interés de que devuelva el dinero que se ha llevado.
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EL GOBERNADOR interino de Veracruz, se ha dirigido al pueblo veracruzano, con motivo de la entrega del sexto informe de gobierno.
Ha dicho claramente:
El diálogo, la tolerancia y la construcción de acuerdos son el único camino para avanzar en la solución de los conflictos. Y eso, efectivamente, pudieron ser las condiciones para que se diera el retorno de las instalaciones oficiales del Gobierno del Estado.
Institucional, como lo es, Flavino Ríos Alvarado, ha construido, sin lugar a dudas el acuerdo con los futuros administradores del gobierno del Estado, para que mediante el consenso se llegue a un terso final de su administración.
Bajo estas consideraciones, el Gobernador interino, ha mostrado su profundo interés por Veracruz, al que siempre ha servido a través de diversos momentos de su vida política y administrativa. De esta manera, destacó que ha antepuesto el interés de los ciudadanos por encima de las actitudes personales o de grupo.
Pero más allá de todo esto, el Gobernador Ríos Alvarado, también ha sido firme al declarar que “Es tiempo de que cada quien asuma lo que le corresponde. Que quienes han fallado, enfrenten las consecuencias de sus actos. Y que quienes apuesten a la política del encono y la confrontación, vean por el bienestar de la gente”.
La sensatez, por fin, comienza a verse en los últimos actos del gobierno que se va, pero también, la comprensión de quien llega a regir los destinos de todos los veracruzanos, en lo general, que al margen de las siglas que habrán de gobernar, se busque la unidad y solamente la unidad que mire por el proyecto general de todos que se llama Veracruz.
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