Agustín Contreras Stein
SE PREGUNTAN muchos políticos de la entidad veracruzana, si en realidad ha terminado la era del partido de las mayorías, para convertirse en simple organización política que ya no tiene futuro, o si hay alguna estrategia para revivirlo
El PRI, hoy parece dar la impresión de estar noqueado.
Ya no tiene fuerza para levantarse de los golpes que le dieron en pasados procesos electorales, como el de Veracruz, donde perdió la gubernatura del Estado, la joya más protegida y mejor evaluada dentro del ámbito político estatal y nacional.
Su dirigente nacional ya se dio cuenta que le dieron un partido hecho trizas, desarticulado, vapuleado y desunido.
Y es que Enrique Ochoa Reza, por más que haga, por más que intente levantar al partido que parece estar noqueado, no podrá hacer mucho, pues ya no le acompañan las grandes masas de militantes, es más, ni siquiera los más representativos del priismo nacional, como se vio en su más reciente visita a esta capital, donde su discurso no logró levantar los ánimos de los pocos que acudieron al llamado del tricolor. Quizá, también, porque no es el dirigente idóneo, el capaz, el mejor entendido para realizar esta tarea. En pocas palabras, el hombre que en este momento necesita la organización política.
Como quiera que se le vea, el PRI, sigue nadando a la deriva, por no tener sustento, y por haber engendrado a políticos corruptos y aún aquellos que no siendo políticos, se aprovecharon de sus siglas, aunque más bien de sus propios dirigentes que no les ha caído el veinte de que vivimos tiempos distintos.
Por eso la voz de muchos priistas que todavía caminan por los senderos políticos de Veracruz, que pidieron, en su momento, una verdadera reestructuración de las dirigencias, tanto estatales como nacionales. Nadie hizo caso de estas voces, porque estaban creídos en el triunfo electoral del PRI.
Es la fecha, pues, en que no se oye nada.
Los dirigentes estatales, aún no salen de la sorpresa y se encuentran, prácticamente, paralizados, espantados, prefiriendo mantenerse guardados en sus respectivas oficinas, porque ya no tienen ganas, ni siquiera, de levantar las manos, menos la voz que hace falta que vuelva a escucharse en todos los rincones de la entidad.
Hay un proceso electoral, a la vuelta de la esquina.
Pero aún así, no se nota reorganización, no se nota movimiento y tampoco actividad política que asuma el compromiso de volver a resurgir con mejores propuestas, con mejores hombres y mujeres que ya no sean las mismas caras de siempre.
El tiempo pasa, las fechas claves para la siguiente elección, se aproximan y sus dirigentes no hacen nada. Se duermen, no en sus laureles, que ya no los tienen, sino en sus sillones que aún quedan en las oficinas.
Y es que, como en el gobierno, el PRI estatal no es apoyado por los dirigentes nacionales, principalmente, en los recursos económicos que se requieren para salir a la calle. La imaginación existe, pero no la usan, necesitan dinero para moverse y eso, como ya se ve, esta muy difícil de conseguir, más si los dirigentes lo tenían de las arcas estatales.
El PRI, parece estar noqueado. Nadie dice si en verdad lo esta o solo duerme.
Pero lo que sí es evidente, es que mientras nadie de sus dirigentes salga a buscar a los pocos militantes que quedan, el PRI, permanecerá en las mismas condiciones de la soledad a la que lo han relegado
Ante todo esto, nadie duda, que funcionó bien el fuego amigo. Quemó sus entrañas y no hay signos vitales para su recuperación.
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LAS CIRCUNSTANCIAS actuales que se viven en el Estado de Veracruz, han favorecido a muchos políticos.
Vea Usted, el alcalde de Boca del Río, ha puesto en marcha sus propias estrategias políticas con rumbo a la sucesión gubernamental del dos mil dieciocho, encabezando el movimiento de los alcaldes veracruzanos, que demandan del gobierno del Estado, los pagos correspondientes de sus participaciones federales que no les fueron entregadas en tiempo y forma.
Además de encabezar el movimiento, ha tenido la oportunidad de enfrentarse al Gobernador interino y gritarle ratero, porque de esa manera, es como se gana los adeptos en el Estado de Veracruz, que por cierto supieron del encontronazo de los alcaldes con el Gobernador, sencillamente, porque a través de los actuales medios de comunicación, hicieron llegar, en vivo, lo que estaba sucediendo. Una parte de la estrategia preparada y que la otra parte no se dio cuenta, porque no hubo asesores que se los dijera.
Pero si vamos por este camino de la sucesión gubernamental, ya estaremos, también, pensando en la participación de otro joven alcalde, el de Xalapa, que si bien se unió al movimiento de los demás alcaldes, porque los representa dentro de la federación de municipios de México, es también un escaparate que le ha servido para posesionarse más, después de que ha hecho un buen trabajo y que a nivel nacional e internacional, lo tienen bien ubicado.
De ahí que si bien algunos lo están lanzando para la Senaduría de la República, lo más probable es que dadas las circunstancias políticas de la entidad veracruzana, podría resultar, además, un buen candidato para la gubernatura.
Lo de la Senaduría, es bueno, pero también hay que pensar que ahí esta también el llamado Belisario Domínguez, de este tiempo, por su reciente y última aparición en la tribuna del congreso local, donde fue representante popular por el distrito de Xalapa. Nos referimos a Ricardo Ahued Bardahuill.
Entonces, visto de esta manera, cuando menos por el momento, estos son los tres políticos que se han visto beneficiados directamente. Nada, pues, sucede por casualidad. Todo tiene un tiempo, un momento, una razón, aunque muchas veces, estas consideraciones no se tomen en cuenta.
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SIGUEN APARECIENDO las cuestiones inéditas en este Veracruz, que todos quieren…políticamente.
Resulta que también en la nueva Legislatura del Estado, se han estado dando casos nunca visto en la vida política de la entidad.
A unas horas de que iniciara actividades, la nueva Legislatura, ha tenido que atender peticiones de legisladores que se han salido del huacal de sus partidos políticos para actuar como independientes.
Pero hay otros que se han salido, también, del orden establecido, para integrar su propia fracción parlamentaria, lo que da lugar a una especial diputación que tendrá que enfrentar en el tiempo de dos años, diversas circunstancias que pueden afectar o no, el debido trabajo legislativo. Ya se verá.
Mientras tanto, los panistas, felices.
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