Marco Aurelio González Gama
A finales del mes pasado, para ser exactos el jueves 29, fuimos convocados por don Ángel Álvaro Peña a la presentación del último libro de la mítica Isabel Arvide, periodista de mil batallas, que empezó a sonar fuerte en el periodismo nacional allá a mediados de los 70.
Había que estar presente para palpar a esta mujer a la que ya se podría considerar como la periodista mujer más trascendente –no sé si la más importante– de los últimos 25 años del siglo pasado, y creo que nos estoy exagerando para nada. Isabel, que tengo entendido que tiene publicados algo así como una docena de títulos, inclusive no todos sobre temas periodísticos relacionados con la política, también ha publicado novela, poesía erótica, más la crónica y entrevistas que es lo suyo.
Y no ha estado exenta de escándalos y problemas judiciales. Pero así es esta mujer con fama de entrona y, si se me permite una expresión burda pero nunca mejor dicha, con fama de “muy cabrona”. Isabel pertenece a esa casta de renombrados periodistas que estuvieron muy cerca del poder en las últimas tres décadas de la centuria pasada. En las épocas del partido único, en la cumbre del presidencialismo fuerte, de las giras presidenciales en las que el Presidente de la República se hacía acompañar de una centena de periodistas, tanto del altiplano como de la provincia.
Fidel Samaniego, Manuel Mejido, Miguel López Azuara, Ángel Trinidad Ferreira, inclusive hasta el mismo López-Dóriga, Fernando Alcalá y Jacobo Zabludovsky por parte de Televisa, que viajaron mucho con Echeverría, López Portillo y hasta Salinas, ya con Zedillo el trato con los periodistas se fue enfriando. Isabel también trabajó con don Mario Vázquez Raña en la Organización Editorial Mexicana y encabezó el proyecto periodístico impreso de Televisa, todavía con el Tigre Azcárraga, el periódico Summa. En esa época también sacaron un diario deportivo en Los Ángeles, The National. Bonitos tiempos sin duda para los periodistas.
Isabel también fue la primera mujer en recibir el Premio Nacional de Periodismo en 1984, época en la que este premio lo otorgaba la Secretaría de Gobernación. Total que ese día 29 Isabel vino a presentar su último título, De políticos y rufianes. Lo presentaron Claudia Guerrero y el terrablanquense-cordobés Bernardo González Solano, y a Armando Ortiz le correspondió conducir el programa. Mucha asistencia esa tarde en el Fiesta Inn, con una ronda de preguntas y respuestas interesante.
No sé, pero tengo la impresión de que Isabel Arvide Limón es de las últimas periodistas que hacían un periodismo muy acorde con las épocas del partido único. Como que la alternancia le vino a quitar cierta actualidad a ese tipo de periodismo que practica Isabel. La relación del poder con los periodistas empezó a cambiar desde Ernesto Zedillo Ponce de León, el trato se volvió un tanto más distante, quizá el asesinato de Luis Donaldo Colosio interrumpió un ambiente en el que se respiraba una especie de matrimonio –casi siempre bien avenido– entre el poder y la prensa en general. Este hecho trágico fue un shock no solo para los políticos, también lo fue de alguna manera para los periodistas.
Después vinieron los 12 años de los panistas y como que hubo un relevo generacional entre el “viejo periodismo” cercano al poder y el de los Pedro Ferríz de Con, Ciro Gómez Leyva, Eduardo Ruiz Healy, Óscar Mario Beteta, etc. Con Peña Nieto regresó el PRI a Los Pinos, pero las formas de antaño no han sido repuestas, además, no es lo mismo la época de la democracia, ahí están los Dresser, Maerker, Riva Palacio, Camarena, etc., que para nada son complacientes con los que mandan. Esta es otra época.
BUEN DEBATE EL DEL PASADO JUEVES
En el programa que conduce Joaquín López-Dóriga, Si me dicen no vengo, para hablar de corrupción. Hay que agradecer el nivel del debate que mantuvieron, en una esquina, la del PRI, los senadores Ernesto Gándara Camou, Diva Gastélum Bajo y Héctor Yunes Landa, y en la otra, la del PAN, los senadores Javier Lozano Alarcón y Laura Rojas Hernández y el expresidente del PAN, Germán Martínez Cázares. Buenos entrones, pero con civilidad de ambos bandos. Martínez es un valor que está desperdiciado y de Héctor Yunes, pues comenzó muy ofensivo, como si la corrupción fuera un problema de los que tenía enfrente, después se serenó y se atrevió a decir que en el 18 va a recuperar para el PRI a Veracruz.
CRUZAZULEADOS Y LA SERIE MUNDIAL
Ya ni llorar es bueno con este frustrante Cruz Azul, pero qué bueno que se deshicieron de Boy, que es un cascarrabias que no sabe dirigir. Es un tipo amargado y amargoso con el que no iban a llegar a ninguna parte. Voy con Cardozo. Y la Serie Mundial inédita, van los Indios de Cleveland contra los Cachorros de Chicago. Nada más un dato, estos últimos no avanzaban a un clásico de octubre desde 1945, fecha del fin de la Segunda Guerra Mundial y también en ese año se inauguró la Plaza México, el Coso de Insurgentes. Los Indios nada más tardaron 19 años para regresar a un clásico. No tengo favorito.
@marcogonzalezga