Agustín Contreras Stein
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA mueve, finalmente, algunas de las piezas importantes de su gabinete.
Hace los ajustes que cree necesarios, aunque lleva de por medio sus propias estrategias políticas.
José Antonio Meade vuelve a la Secretaría de Hacienda, una posición que no promete generarle mucha popularidad para lo que viene, es decir, la sucesión presidencial, pero que también lo pone, sin mucho riesgo, en el escaparate mayor.
En Sedesol, sustituye a Meade, Luis Enrique Miranda, quien venía desempeñándose en la Subsecretaría de Gobernación, con lo cual el mismo ejecutivo federal hace llegar a esta dependencia a verdaderos amigos y gente de su confianza.
Por su parte, Luis Videgaray se queda, aparentemente, en la banca.
Sin embargo, a raíz de su renuncia, se mueven también otros intereses políticos, como el hecho de que aparezca como aspirante a la gubernatura del Estado de México, desde donde seguiría siendo, sin más, uno de los hombres considerados para ponerlo en la carrera final por la candidatura a la Presidencia de la República.
Así, para el exsecretario de Hacienda, que ha gozado de la preferencia presidencial, no todo está perdido, aunque debe dolerle, de alguna manera, que su Jefe lo haya dejado salir de una posición que venía manejando con miras al futuro político del país.
Y es que las opiniones políticas ya generan muchos rumbos. Unos afirman que José Antonio Meade amarra de esta manera la candidatura y otros aseguran que su posición le impedirá en lo sucesivo seguir creciendo en la preferencia política del mismo mandatario nacional.
Son opiniones que ahora se vierten por todos lados, porque la verdadera línea política, tal vez, no esté al descubierto.
Lo que sí es importante señalar es que Meade, aparentemente, fuera de la competencia interna, puede resultar lo contrario, es decir: que su movimiento lo fortalezca más ante el panorama político social que vive el país.
Nadie, de los demás aspirantes, debe confiarse.
El mismo Miguel Ángel Osorio Chong se libra de Videgaray, pero no de Meade, que a decir de muchos experimentados en la política nacional puede ser el bueno, ya que tanto el Presidente como el mismo dirigente nacional del tricolor lo estarían avalando. Hay razones poderosas, dicen, para que José Antonio Meade sea llamado a cubrir el importante espacio de la candidatura priista para buscar la Presidencia de la República.
Lo que sí es cierto es que todos estos movimientos tienen rumbo político. Buscan ajustar las piezas, aceitarlas y mantenerlas vigentes para cuando se tenga que dar el paso definitivo.
Y aunque la terna desde ahora ya se fija en tres aspirantes que son el propio José Antonio Meade Kuribreña, Miguel Ángel Osorio Chong y, de paso, Aurelio Nuño, todo parece indicar que la solución se dará precisamente por el primero de ellos, es decir, José Antonio Meade, a quien la atribuyen, desde ahora, las mejores habilidades políticas y conocimiento de la realidad de todo el país, lo que serviría para darle un mejor sendero a la vida política de México.
Meade es de los nuevos políticos que podría romper con los esquemas políticos tradicionales y que no han dado los resultados necesarios para darle el mayor impulso al país.
Y LAS REACCIONES políticas en Veracruz no se han hecho esperar con motivo del ajuste en el gabinete presidencial.
Los cambios generan, desde el momento mismo en que se dan, muchas especulaciones.
Por ejemplo, se asegura que el Senador Pepe Yunes, quien goza de la amistad del Exsecretario de Hacienda, le daba el respaldo necesario para sus gestiones en el Estado de Veracruz, logrando que varios sectores sociales, políticos y económicos de la entidad veracruzana se beneficiaran con la labor de gestoría del reconocido legislador.
Sin embargo, este cambio no demerita, para nada, el trabajo del Senador, pues institucionalmente lo ha hecho y por su propio trabajo ha canalizado beneficios para toda la población.
Pero, por si esto no fuera suficiente, entonces añadiremos que Pepe Yunes también conserva una amistad cercana con el nuevo Secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Su acercamiento con el funcionario de Hacienda parte desde hace varios años, desde la época estudiantil y guardan, por lo mismo, una relación respetuosa y de afecto personal, por lo que hay que esperar que el Senador veracruzano siga manteniendo esa labor en todo el territorio estatal, cumpliendo, como siempre, todas las promesas que ha hecho llegar a los veracruzanos en diversas épocas de su andar político.
Para la administración pública de Veracruz las cosas siguen igual.
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