Salvador Muñoz
Algo no cuadra en el Gobierno… bueno, más bien sería: una cosa más no cuadra en el Gobierno del Estado.
Tanto estuvo jeringando con la basificación para que al final de cuentas, ahora, a casi 100 días de que su administración concluya, anda queriendo correr gente… y meter a otros. ¿Dónde? En la dirección del Registro Civil que desde hace unos días está a la cabeza Fernando García Sánchez, quien llegó con casi una decena de personas y todo indica que la instrucción es “acomodarlas” allí antes de que concluya el sexenio. La pregunta es: ¿son órdenes del Gobernador o es por iniciativa propia del nuevo titular?
II
Este lunes, le solicitaron la renuncia a una docena de empleados; el viernes, a seis. Sólo un sindicalizado aceptó la renuncia porque se dijo sorprendido, pero ya está en pie de lucha y no se va a ir.
Lo peor: Se inició una “cacería de brujas” al interior del Registro Civil en aras de “exterminar” a todo aquel personal que huela a Rafael Valverde Elías, el anterior director del Registro Civil.
Quienes trabajan allí dicen que las oficinas fueron vetadas para quienes consideran sospechosos del “valverderismo” y ya no pueden acercarse a su escritorio.
Con justa razón recordaban ese acto en días pasados en el Museo Interactivo de Xalapa, donde se festejaba por la certeza y seguridad laboral de los trabajadores del estado…
Y también recordaban cómo fueron llamados al Congreso, a ocupar lugares, para respaldar a los diputados que aprobaron la iniciativa del Gobernador...
III
¿Certeza laboral? Para quienes hoy perciben hostilidad en sus oficinas, tal parece que sólo se aplica para los allegados a los altos jefes, y genera dudas: “¡es totalmente ilógico!, ¿cómo se les ocurre pedir renuncias cuando acaban de anunciar la basíficación?, ¡qué mal están estos funcionarios! Sería bueno que el gobernador investigara qué está pasando en el Registro Civil!, ya que no es nada bueno para su gobierno que está tan deteriorado y que cierre con broche de oro con un escándalo laboral por pedir renuncias a los trabajadores ¡y todo porque el director quiere acomodar a su equipo de trabajo!, quienes en teoría vienen a cerrar la administración... ¿o sólo vienen por la plaza que el gobernador prometió?”.
IV
¿Y Fernando Sánchez García? Los empleados amenazados por la gente del director del Registro Civil dicen que él no les ha dado la cara. Permanece en sus oficinas agazapado y los encargados del trabajo sucio son esas personas que llegaron con él.
Los que llaman “el staff de Valverde”, este lunes, con todo y lluvia, tuvieron que pasar su horario laboral en la caseta de vigilancia o en los pasillos. Lo peor del día, dicen, fue saber que en el interior, en las oficinas, una empleada regresaba a su escritorio hecha un mar de llanto porque “me quieren correr”.
El viernes fueron seis a los que amenazaron con correr… el lunes, 12… este martes ¿cuántos serán?
Al final de la jornada, es evidente que la Basificación no deja de ser un cuento sujeto a la conveniencia de los jefes, de los intereses, de quien ostenta el poder, y recordar aquellas palabras del Gobernador, cuando decía que la basificación “era un reconocimiento al esfuerzo de los trabajadores gubernamentales a quienes hoy podremos brindar estabilidad y beneficios de seguridad social que les corresponden por derecho de ustedes y de sus familias”.
Y ojo… porque si ocurre en el Registro Civil, igual puede ocurrir en cualquier otra dependencia; entonces podríamos decir que la basificación ¡valió madres!