POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA
Entereza, constancia y triunfo en el deporte: Nelly Miranda
Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo
Los Juegos Paraolímpicos de Río de Janeiro, del 7 al 18 de septiembre, en donde competirán aproximadamente cuatro mil 300 deportistas de 146 países y, después del desaliento que nos dejan los resultados de los mexicanos en esa ciudad brasileña al casi concluir sus Juegos Olímpicos 2016 –que no debe ser razón para devaluar el arrojo personal de los atletas pues hay que reconocer siempre que tras un deportista seleccionado hay muchas horas de esfuerzo y disciplina–, toca ahora a los atletas paralímpicos mexicanos demostrar su ímpetu para poder lograr calificar en los primeros lugares en esa gesta y con ello dejar muy en alto el nombre de nuestro país, como ya lo han hecho en otras ocasiones.
Pero el mayor orgullo para los veracruzanos han sido los triunfos de la destacada deportista Nelly Miranda Herrera, que —por una casualidad del destino– nació en Puebla, pero que desde niña y hasta la fecha su vida la ha desarrollado en el Puerto de Veracruz.
Y aquí hago una pausa para poder hablar un poco más de la vida de Nelly, a quien tuve el gusto de conocer y tratar en el pasado proceso electoral del 5 de Junio, en donde ella compitió por el PRI a la diputación local por el distrito 11 Veracruz Rural y aunque no triunfó, más que desanimarle, salió muy fortalecida de esa experiencia, misma que tuve el gusto de compartirla por haber sido su delegada política.
Nelly perdió la movilidad en sus extremidades inferiores, derivado de un accidente en el verano del año 2000, fecha en que la vida le cambió súbitamente. Antes de ese hecho, su vida era la de una mujer normal y feliz: estaba casada, tenía a su hijo de 3 años y trabajaba en una institución bancaria en el Puerto de Veracruz. Pero, un día bajando apresuradamente las escaleras de esa institución, se tropezó y atoró su pierna en el barandal, rodando 17 escalones abajo, habiendo quedado severamente lesionada, pues los golpes le provocaron un shock medular y un derrame cerebral. Como consecuencia de ello, le vino una hipoxia y en 5 minutos no respiró y fue declarada clínicamente muerta.
Sin embargo, aunque pudo reaccionar de ese cuadro momentáneo, su salud continuó deteriorándose, surgiéndole otras complicaciones. Se le provocó una cuadriplejia y tuvo que superar una embolia, debiendo tener atención especializada. Y como ella dice: “Dios estuvo conmigo y no me abandonó nunca, porque me fui recuperando lentamente… siempre supe que me iba a recuperar, mi hijo fue la luz y guía y luché mucho”.
De ambos cuadros salió adelante, gracias a su familia, aunque ya no contando con su pareja, de la que separó al poco tiempo. Y aun con esos golpes que la vida le dio, no desistió. Se sometió a largos y difíciles tratamientos y de esta manera, pudo lograr recuperar sus funciones mentales al 100%, aunque la movilidad en sus piernas no lo lograra.
Hubo que pasar entrenamientos muy duros y difíciles, de muchas horas diarias que no paraban hasta lograr la marca o un determinado tiempo. Todo fue disciplina, constancia y mucho trabajo.
Empieza a destacar en la natación en los 50 mts libres. Y su primer gran premio es lograr la medalla de plata en los Parapanamericanos de Río de Janeiro en 2007. Posteriormente logra en las olimpiadas de Pekín de 2008 la medalla de oro. En ese año recibe el Premio Nacional del Deporte. En los Parapanamericanos de 2011 en Guadalajara, Jalisco, logró tres medallas de bronce y hoy esta lista ya para pelear con garra en Río de Janeiro en las competencias especiales, mismas que iniciarán el próximo día 7 de septiembre.
Porque a Nelly Miranda Herrera, como a muchas mujeres que han superado duras pruebas y adversidades en la vida y que pese a todo las superan y destacan a base de trabajo, disciplina y esfuerzo, se les aprende. Éstas son ejemplo para muchas que lloran por un dolor de muela. Por eso mi admiración y respeto para ella, agradeciéndole hoy su amistad que espero dure de por vida.
Y para la delegación mexicana de atletas paralímpicos que competirán en las olimpiadas especiales de Río de Janeiro, les deseamos el mayor de los éxitos. Estoy segura que una vez más, pondrán muy en alto el nombre de México.
Gracias y hasta la próxima.