Agustín Contreras Stein
EN TIEMPO y forma, Pepe Yunes se apuntó como el siguiente candidato priista a la gubernatura del estado.
Y no es precisamente porque los acuerdos políticos con Héctor Yunes Landa, así lo hubieran delineado.
No, sencillamente, porque Pepe Yunes ya dio la oportunidad más de una vez a los acuerdos tomados en altas esferas políticas y comunicados, también, en tiempo y forma.
Tan solo Pepe Yunes ha aceptado, caballerosamente, las decisiones que se han tomado, sabiendo que con todo su capital político puede sublevarse y exigir que le cumplan lo que siempre le han prometido.
Pero no, ha preferido que todo transcurra en calma y que llegado su momento, le toque ser el que busque la máxima representación política en su estado, al cual, siempre ha querido gobernar.
Por eso, ahora que las circunstancias políticas son otras y que ya le mueven, otra vez, el tapete, para marginarlo de la nueva oportunidad de 2018, seguramente que ya veremos a un Pepe Yunes diferente, pues ya no habrá otro momento para él. Ahora son sus tiempos y los tiene que aprovechar, aunque tenga que buscar la candidatura por otro partido o bien lanzarse por la vía independiente, pues la estructura política la tiene y su plena voluntad de ser el futuro gobernador de la entidad, también.
Y es que en el PRI, las corrientes políticas han comenzado a moverse hacia otros lados, es decir, que buscan una opción diferente, porque se asegura que su apellido ya está muy escuchado y que esto podría acarrear que los veracruzanos, siguieran pensando que se trata de lo mismo.
Y es que, dentro del PRI, hay muchos que traicionan, muchos que buscan saciar sus propios intereses políticos, aun cuando hayan, en determinado momento, jurado estar siempre con lo que el partido decida.
Confiarse pues, para Pepe Yunes, ya no será la condición, pues no sería la primera vez que lo dejaran fuera del camino, aun sabiendo que sus posibilidades han sido probadas para ganar.
Por eso, las cosas que se verán serán otras. Si Pepe Yunes no fuera el futuro candidato del PRI, lo sería, tal vez, por otro partido político, aunque haya, en determinado momento, declarado también, que su carrera política la ha realizado dentro del tricolor y que por esa razón, seguiría dentro de la misma organización política.
Pero es que los tiempos se van, las oportunidades políticas, también, tal y como le ha sucedido a muchos personajes de la vida política de Veracruz.
El mismo Miguel Ángel Yunes Linares, si no hubiera tomado al toro por los cuernos y enfrentarse a todas las condiciones políticas, a las críticas permanentes y a todos los sucesos que hemos visto pasar en Veracruz, relacionados con el quehacer público, tampoco sería en este momento el gobernador electo, olvidándose, quizá, para siempre, de su propósito político de llegar a ocupar, alguna vez, la titularidad del Poder Ejecutivo de Veracruz.
Pepe Yunes, como hemos apuntado, se encuentra en su momento de salir a decirles a los veracruzanos, en general, que su intención es la misma, la de buscar gobernar esta entidad y cumplir, como lo ha prometido constantemente, todas las promesas que ha realizado, no sólo como senador de la República, sino como uno de los más destacados políticos de Veracruz. Serio en sus propuestas, serio en su compromiso político con los demás, respetuoso de todos las voluntades políticas que provengan de diferentes siglas.
Así es Pepe Yunes, quien no pierde la cabeza, ni tampoco traiciona a los amigos y nunca ofende a los enemigos.
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AMÉRICO, SE MUEVE, como pez en el agua, sabiendo de antemano que no ha tenido que utilizar ningún calabazo para nadar.
Ha sido, de alguna manera, tal y como en otros espacios lo hemos comentado, uno de los pocos políticos jóvenes que se han escapado de la crisis política de la entidad y se ha desmarcado, en tiempo y forma, de todo aquello que ahora le pudiera perjudicar.
Si el PRI hubiera ganado las elecciones del pasado 5 de junio, con Héctor Yunes Landa, a la cabeza, seguramente que Américo Zúñiga Martínez estuviera convertido, en este momento, en uno de los principales protagonistas de la vida pública estatal.
Había, sin duda alguna, un lugar reservado para su siguiente responsabilidad después de concluido su periodo o, antes, dentro de la Alcaldía de Xalapa.
No fue así, pero sus bonos han crecido considerablemente, no tan solo a nivel local, sino también en el ámbito nacional, donde sigue representando a los 2 mil 400 o más alcaldes del país, teniendo, por ese solo hecho, una posición envidiable para sus futuros proyectos políticos.
Si Pepe Yunes es el próximo candidato del PRI a la gubernatura del estado, ganando las elecciones, Américo, estará, sin duda, en la lista de los principales actores políticos de Veracruz. Ya lo verá.
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