Agustín Contreras Stein
CONFORME AVANZAN los días, se va cerrando el círculo dentro de la administración estatal.
En materia de irregularidades administrativas, es decir, donde se manejan recursos económicos, pocos o muchos se han integrado, por lo menos 249 expedientes que involucran entre 800 y mil personas, de todos los calibres, para ser puestas a disposición de la Fiscalía General del Estado, para seguirles el proceso penal correspondiente de acuerdo con la gravedad de los hechos cometidos.
Estos expedientes se fueron integrando desde hace varios meses, lo que revela, sin duda, que las anomalías en el Gobierno del Estado no corresponden solamente a titulares de algunas dependencias, sino que existen nombres de empleados de confianza que en determinado momento actuaron en contra del patrimonio de todos los veracruzanos.
A la fecha no se ha querido actuar en contra de ninguna persona que aparece en estos legajos, sino que la propia Fiscalía espera, seguramente, mayores pruebas que puedan ser usadas en contra de estas personas para solicitar al juez correspondiente las ordenes de aprehensión, como inicio de un proceso para llevarlas a juicio donde respondan por los delitos de los cuales puedan ser responsables.
Y no es nada raro que así suceda, pues de acuerdo a las investigaciones que se han realizado hay quienes pudieron desviar desde los seis mil millones de pesos hasta unos cuantos miles, pero que de todos modos son partícipes del botín que se repartió, en algún momento, de manera equitativa o no.
Aunque la red de personajes inmiscuidos en diversas irregularidades en las dependencias gubernamentales parece estar tranquila, la verdad de las cosas es que no es así, pues si bien ya se han dado a conocer quiénes fueron castigados con una inhabilitación hasta por 10 años, no dejan de ser responsables en la desaparición o mal manejo de los recursos económicos que estuvieron bajo su cuidado y aplicación.
Cuando todo mundo habla de fuertes cantidades económicas que se han desviado, aunque todavía no existan las pruebas contundentes, pocos toman en cuenta a los pequeños funcionarios que actuaron bajo el amparo de su propio Jefe y que pudieron, por la misma razón, tomar parte de lo que definitivamente no es suyo.
Por eso es que hasta hoy permanecen en calidad de desconocidos, pero para las dependencias que tienen injerencia directa en los documentos de las dependencias y que permitieron que se hicieran, en determinado momento, las auditorías correspondientes, tiene una buena relación de personas que participaron en algunos casos de desvíos económicos.
Todo esto puede aparecer en cualquier momento, ya que de acuerdo con todo lo que está sucediendo vienen las defensas internas; es decir, las acusaciones mutuas sobre la desaparición de cantidades económicas que, se insiste, aunque no representan fuertes números sí son parte de todo un proceso de desfalco económico dentro de la propia administración estatal.
Los expedientes, en este caso, no son equis, sino que están ahí, guardados para que en cualquier momento se pueda actuar o cuando menos a los funcionarios estatales que le correspondió elaborarlos no se les pueda tachar de cómplices.
Sin embargo, alguna razón debe existir de por medio para no ejercer la acción penal, pues estos expedientes, debidamente formulados, se encuentran en el cajón de algún escritorio, sin que haya un dedo que los mueva, pues todavía no hay la orden expresa de actuar en contra de todas estas personas que por ahora resultan señaladas por irregularidades administrativas, de las cuales son directamente responsables.
EN EL PRI NACIONAL se están dando los movimientos políticos que llevarán, necesariamente, al relevo en la dirigencia nacional de este partido, después de que por algunas semanas se han mantenido tranquilas las corrientes políticas que se mueven dentro.
La renuncia de Manlio Fabio Beltrones puso en alerta a todos los integrantes de la clase política priista, de tal manera que ahora ya se disponen a nombrar a un nuevo líder del priismo nacional.
Aunque varios nombres se han ido manejando conforme han pasado los días, para encabezar esta responsabilidad política del tricolor, desde ayer, se ha colado el nombre del actual Director General de la Comisión Federal de Electricidad, Enrique Ochoa Reza, como el elegido desde Palacio Nacional para estar al frente del PRI nacional.
Si esto sucede así, Ochoa Reza deja una dependencia que ha comenzado, también, esta semana, a ser altamente cuestionada por el aumento de las tarifas de luz, dejando, supuestamente, sin ningún movimiento, a las tarifas que se aplican en domicilios de bajo consumo.
Aunque nadie cree en estas estrategias federales, principalmente en la Comisión Federal de Electricidad se ha declarado que las tarifas de los que menos tienen serán aplicadas de la misma forma en que se venía haciendo. Ya se verá, sin embargo, qué es lo que sucede, porque a nivel federal se han emitido varios declaraciones, como sucedió con las gasolinas, de que no habría incrementos a este energético y en la semana pasada ya se dieron los primeros anuncios de un considerable aumento, lo que ha motivado una reacción pacífica que podría ser, más tarde, otro problema para la propia administración federal.
Por lo pronto, el PRI se prepara para recibir a su nuevo dirigente nacional, que si resulta ser Enrique Ochoa Reza tendrá que explicar, además, cómo es posible que defendiendo a las clases populares, como siempre lo ha declarado la misma organización política, todavía reciba de buena gana a un hombre que deja el aumento en las tarifas de la luz, en las manos de un futuro sucesor, para que se encargue de aplicarlo. Así nada más se dan las incongruencias en nuestro país.
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