Agustín Contreras Stein
PARA MUCHOS, quizá, la reciente reunión de alcaldes de ciudades capitales, pasó inadvertida. No le dieron la mayor importancia.
Sin embargo, habría que profundizar algunas cuestiones de sumo interés. Por ejemplo, la necesidad de identificarse, de apoyarse y la relacionarse entre sí, creando una nueva fuerza política que procure una mayor gestión ante los gobiernos federal y estatal, con la finalidad de conseguir mayores oportunidades para cumplir con las crecientes demandas de los propios ciudadanos.
Por ahora, son, solamente, las ciudades capitales de los estados de la República, pero a través de la red de municipios el resto de las cabeceras municipales, también se unirían, entre ellas, importantes municipios que cuentan con sus propios presupuestos, pero que no les son suficientes para alcanzar sus objetivos materiales.
De política, ni se diga, porque comenzaría, de hecho, una nueva fuerza que generaría, de la misma manera, que el poder estatal y nacional tuviera una presión constante para determinar lo que se requiere, precisamente, en sus propias circunscripciones territoriales.
Es por esto y muchas otras razones, que el encuentro de ciudades capitales, que es justo destacar, le tocó organizar en esta ocasión al municipio de Xalapa, es un avance más de los municipios, primero, los de las ciudades donde se encuentran asentados los poderes del estado, para después extenderse, como ya lo hemos comentado, hacia los demás municipios, quizá, los de mayor importancia primero, para seguir extendiendo la red de municipios que podrían ser en el futuro otra fuerza, efectivamente, tan fuerte, como lo es el propio Estado y la federación.
Y no es que tal unidad municipal se pretenda erigir en una fuerza política superior al Estado, pero sí en una estrategia que permita a los municipios exigir lo que les corresponde y que no sean, de alguna manera, obstaculizados por el Estado, principalmente, en materia económica, que es desde donde más se lastima el trabajo municipal, al ser retenidos sus recursos que por ley, incluso, les corresponden.
Por eso, tiene razón el exalcalde de Durango, Adán Soria Ramírez, cuyas declaraciones coinciden con este propósito, pues el exmunícipe asegura claramente que esta reciente convención es una muy buena oportunidad para realizar un frente común en la gestión y obtención de recursos, para lograr más obras públicas y brindar mejores servicios en las ciudades capitales.
Desde este punto de vista, los municipios ya no estarán solos, porque habría, de alguna manera, la posibilidad de solidarizarse frente al Estado o a la federación, de donde parten los recursos necesarios que tienen asignados los municipios para su propio desenvolvimiento.
De ahí que la reciente reunión de ciudades capitales, en Xalapa, pone las bases y en algunos casos, las fortalece para lograr mayores objetivos. Esto no significa que en cualquier momento se pudiera producir una especie de confrontación con el Estado, sino de establecer una verdadera relación donde se cumpla, al pie de la letra, con la entrega directa de los recursos municipales.
Y es que, en la actualidad, ya no se trata solamente de administraciones municipales que no hayan salido de partidos políticos afines a quien gobierna el Estado, sino de aquellos mismos, que siendo del mismo partido político, se vean afectados por las retenciones de recursos.
Desde luego, que esto también significa que los alcaldes en turno tengan mayor fuerza política, porque estarán cumpliendo, de mejor manera, con los ciudadanos que gobiernan.
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